La tarde de ayer el cielo de Puebla capital adquirió un tono naranja que por inusual llamó la atención de los pobladores, quienes reportaron el fenómeno en redes sociales.La atmósfera, que podía tener algo de estética era provocada, sin embargo, por índices elevados de ozono y el humo de incendios cercanos.El ángulo de incidencia de la luz del atardecer, la ya mencionada abundancia de ozono, humedad y partículas contaminantes provocaron la dispersión de la luz solar en tonalidades del amarillo al rojo.Por otra parte, otro incendio en los límites de ambos estados, en el parque La Malinche, que consumió más de 20 hectáreas y causó cierres de carreteras, fue controlado anoche.En el combate al siniestro participaron brigadistas, voluntarios y un helicóptero cisterna.Las autoridades informaron que el parque permanecerá cerrado hasta nuevo aviso y recomendaron a la población mantenerse atenta a los canales oficiales.De igual forma, recomendó a la población usar cubrebocas, evitar realizar actividades al aire libre y, en la medida de lo posible quedarse en casa.