Cada vez más familias y negocios en México exploran alternativas para disminuir sus gastos energéticos, y una de las más populares es la instalación de sistemas fotovoltaicos. Estos dispositivos permiten generar electricidad a partir del sol y pueden conectarse a la red eléctrica nacional a través de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), lo que representa tanto un beneficio económico como un aporte al medio ambiente.Este tipo de sistemas opera bajo un modelo de medición bidireccional, en el cual la electricidad producida que no se utiliza en el momento se envía a la red eléctrica. Ese excedente se registra como crédito en el recibo de luz, generando un saldo a favor que puede ser aprovechado posteriormente. Para que el sistema funcione de manera correcta, es fundamental cumplir con ciertos requerimientos técnicos y normativos.Uno de los principales atractivos de esta tecnología es el ahorro significativo en el pago de energía eléctrica, sobre todo en viviendas con altos niveles de consumo y tarifas DAC. Dependiendo de la zona y el tamaño del sistema, es posible reducir el monto mensual de entre un 40% hasta un 90%. Además, el uso de energía limpia ayuda a mitigar el impacto ambiental, ya que los paneles solares no emiten gases contaminantes durante su funcionamiento.Además del ahorro económico, otro beneficio a considerar es el incremento en el valor de la propiedad. Inmuebles equipados con sistemas solares suelen tener mayor demanda en el mercado. También existen programas de financiamiento, como créditos verdes, que permiten acceder a esta tecnología sin necesidad de desembolsar grandes cantidades desde el inicio.No obstante, el proceso también presenta algunos retos. La instalación inicial puede resultar costosa, con precios que van desde los 60 mil hasta los 200 mil pesos en aplicaciones residenciales, según la capacidad del sistema. Aunque la inversión se recupera a largo plazo, para muchos puede representar una barrera importante.Por otro lado, los trámites para la conexión con la CFE pueden ser complejos o demorados. Es obligatorio contar con un medidor especial, cumplir con normativas específicas y entregar documentación detallada. En ciertos casos, el procedimiento puede prolongarse durante varias semanas o incluso meses.También hay riesgos si se contratan empresas no especializadas. Una instalación mal ejecutada o una mala gestión de contratos puede generar fallas en el sistema o pérdidas económicas. Por ello, es recomendable acudir con instaladores acreditados por la Asociación Nacional de Energía Solar (ANES) o la Comisión Reguladora de Energía (CRE).En lo que respecta al mantenimiento, los paneles requieren poca intervención, pero se deben hacer revisiones periódicas para garantizar su eficiencia. Aunque los módulos tienen una vida útil de entre 25 y 30 años, los inversores (componentes clave del sistema) suelen necesitar reemplazo cada 8 a 12 años.Antes de tomar una decisión, es importante analizar el consumo actual, verificar que el área de instalación reciba luz solar de forma constante y asesorarse con profesionales certificados.La implementación de energía solar conectada a la red puede representar una inversión inteligente a largo plazo, siempre que se realice con planificación, asesoría adecuada y una evaluación técnica previa.BB
