Lunes, 20 de Mayo 2024

Unión y visión a futuro, cimientos de Plaza del Sol

El legado de los fundadores de Plaza del Sol continúa vigente para que la sociedad de la zona metropolitana lo disfrute

Por: Joel Castillo Guzmán

"Es gratificante ver que nuevas generaciones disfrutan del esfuerzo y dedicación de un arduo trabajo de 12 hombres con visión", dijo Ángel Guadalupe Franco Camberos. ESPECIAL

"Nos tacharon de locos, pero hoy todos los centros comerciales llevan el concepto ´plaza´ gracias a que fuimos los primeros en revolucionar el comercio", frase René Baruqui. ESPECIAL

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La aventura arrancó en 1967 cuando un grupo de 12 comerciantes del Centro Histórico de Guadalajara decidió emprender un proyecto que tenía como objetivo crear el primer centro comercial de América Latina. El camino no fue fácil, hubo muchos y variados obstáculos, pero la obstinación, templanza y amor propio de todos ellos hizo que salieran adelante y por fin, luego de meses de trabajo, los tapatíos de 1969 y los de 2019 continúan disfrutando de su obra: Plaza del Sol.

Hoy, a punto de cumplir 50 años de la hazaña, EL INFORMADOR charla con dos de los artífices del sueño, Ángel Guadalupe Franco Camberos y René Baruqui, ambos parte de los empresarios que fundaron el centro comercial.

“El comercio era en el Centro, pocos se aventuraban a salir del primer cuadro de la ciudad, ahí los habitantes hacían sus cosas. Guadalajara hace 50 años era la ciudad perfecta, tenía de todo y para todos. Hoy la modernidad y el progreso traen otras dinámicas de vida con las consecuencias correspondientes, pero continúa como una gran ciudad”, detalla René Baruqui.

Ambos fundadores reconocen en la figura de Roberto Orozco al primer impulsor de la idea, sus constantes viajes a la unión americana lo hicieron conocer la vanguardia del comercio implantada por los “Mall” o centros comerciales. “Roberto nos propuso en las reuniones en la Cámara de Comercio la idea de hacer en Guadalajara el primer centro comercial no sólo de México sino de América Latina. La idea en un principio causó extrañeza, pero captó la atención de varios comerciantes y se inició el preproyecto”, expresa Franco Camberos.

“El factor determinante para consolidar el proyecto fue que por primera vez los comerciantes del Centro nos reconocimos como socios y no como competencia. Sumamos esfuerzos e ideas para realizar la plaza. Mi familia no compartía esa visión, así que me aventuré solo, vendí mi casa y eso fue parte del capital que aporté a la sociedad que hicimos”, recuerda Ángel Franco, que durante años tuvo la tienda Franco, con el paso de los años se convirtió en Yuvent.

“Las aportaciones de Plaza del Sol son muchas, pero considero que entre todas sobresalen que dejamos de lado el celo y la competencia natural de comerciantes que convivían en el Centro para hacer unión y sacar adelante el proyecto. Además, fuimos visionarios al abrir un espacio comercial en una zona que en ese momento estaba en crecimiento. Los primeros años fueron complicados, poca asistencia y ventas, fue hasta el tercero o cuarto año de vida de la plaza que comenzaron a mejorar los negocios”, explica René Baruqui, quien contaba con una tienda especializada en ropa y textiles.

Los fundadores recuerdan que la elección del nombre fue accidentada, tenían claro que tenía que llevar el concepto de “plaza” pues la gente en el Centro hacía sus actividades comerciales y de servicios a los alrededores de la Plaza de Armas. “Se realizó un concurso entre las agencias que se dedicaban a la publicidad, en ese entonces el premio consistía en 50 mil pesos. La primera propuesta era ‘Plaza Guau’ pero no nos convencía. Entonces Ángel Franco sugirió tomar el nombre de alguna zona cercana y propuso ‘Plaza del Sol’ por la cercanía con la emblemática colonia Ciudad del Sol. Al final el nombre nos gustó y se quedó, tristemente para Ángel no le dimos el premio económico”, explica René Baruqui.

 La oferta de encontrar todo lo que antes iban a buscar a distintas calles en el Centro y la novedad de un espacio nuevo, diferente y moderno fueron las fortalezas que consolidaron a Plaza del Sol, señala René Baruqui: “La gente comenzó a darse cuenta que aquí encontraba todo y era un espacio para convivir con la familia. Se podía comer un helado, dar la vuelta, distraerse en familia”.

Circo maroma y teatro

En sus primeros años, Plaza del Sol era conocida como “Plaza de la soledad”, pues eran pocos los tapatíos que se daban la vuelta por el espacio. Entre las estrategias que realizaron los locatarios para atraer público fue la de ofrecer espectáculos gratuitos para niños y adultos.

“Comenzamos a llevar a artistas y cantantes como José José. Instalamos un circo gratuito, así los niños se divertían mientras sus padres hacían sus compras”, explica Ángel Guadalupe Franco Camberos. La tradición de presentar espectáculos sin costo para los visitantes sigue vigente y todos los fines de semana hay actividades musicales y artísticas en la plaza.

Otra de las estrategias para invitar a los clientes fue ofrecer transporte gratuito desde la Minerva. “Intentamos hacer nuestra propia línea de camiones, pero el sindicato de transportistas de aquella época lo impidió. En un principio no querían llegar hasta allá, con el paso del tiempo la situación se normalizó y comenzaron a llegar camiones de distintas zonas de la ciudad”, comenta René Baruqui.

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