Desde hace 23 años, Pablo Cruz tiene una misión muy especial en la tradicional Romería. Es calabrotero de la Virgen de Zapopan y se encarga de jalar con un lazo el carruaje de "La Generala" en su trayecto a la Basílica de Zapopan.Desde las 2 de la mañana se levanta para arreglarse, tomar un taxi y llegar a la Catedral de Guadalajara antes de las 4 de la mañana."Comenzamos a sacar los calabrotes, los acomodamos para ofrecerles a Dios y a la Virgen de Guadalupe nuestra Romería", explicó.“Yo estaba de novio con la que ahora es mi esposa, ella ya estaba en la Guardia y me invitaba a venir”, recordó.Explicó que en un principio no le gustaba venir, pero con el paso del tiempo fue agarrando un gusto por este recorrido.“Cuando nos casamos uno de mis hijos tuvo una enfermedad en sus pulmones y se lo encomendé a la Virgen de Zapopan y nos concedió el milagro”, explicó.A partir de ahí, no ha dejado de faltar en ningún año. El primero fue como una manda a la virgen y luego como agradecimiento.Pablo Cruz ya sabe que el tiempo del recorrido es por lo menos de cuatro horas a paso normal.“Debemos de llegar como a las 10 de la mañana, pero a veces se detiene por algo. Normalmente vamos a un paso lento para que la gente adulta o los niños no se cansen”, detalló Pablo Cruz.Son alrededor de 40 personas que se involucran en la custodia de la virgen con los calabrotes y participan desde el 20 de mayo al 12 de octubre.MV
