El operativo a contraflujo implementado en la avenida López Mateos genera opiniones divididas. Mientras algunos conductores reportan un ahorro de hasta 25 minutos en sus trayectos, otros enfrentan retrasos similares debido al cierre de los carriles centrales, especialmente quienes transitan por los laterales. Ante esto, los automovilistas que recorren esa vialidad solicitan mayor flexibilidad por parte de los agentes viales para permitir la incorporación desde las laterales, especialmente cuando los centrales están despejados.Entre las principales quejas destacan la falta de claridad sobre dónde inicia y termina el operativo, la incertidumbre de no saber qué accesos estarán abiertos o cerrados -pues esto queda al criterio de los oficiales- y una evidente descoordinación entre los agentes.Catherine González, quien diariamente sale de su casa a la altura de Plaza del Sol para dirigirse a Providencia, denunció que la arbitrariedad en los cierres le impide planear con anticipación. “Considero que debería haber una comunicación sobre las reglas; por ejemplo, si no se va a permitir la incorporación a los centrales, deberían avisarlo previamente para evitar contratiempos y planear bien la ruta”, sugirió.Daniela García, otra usuaria de esa vialidad, recordó que en una ocasión, al no poder incorporarse a los centrales, terminó varada detrás de un camión repartidor detenido en la lateral. Y al pedir apoyo a la agente vial, ésta le respondió que su función era únicamente mantener el cierre. Por ello, solicitó claridad sobre las funciones de los oficiales y una mejor comunicación para evitar obstrucciones. Además, mencionó que hay contradicciones en los horarios del operativo, ya que algunos agentes aseguran que éste termina a las 08:30 horas y otros a las 09:00. “Tampoco se avisó que el operativo no concluye en Tizoc. Las restricciones a las incorporaciones también forman parte de la estrategia… pero no sabemos cuándo están abiertas o cerradas”.Para Ricardo Sainz, el problema no se resolverá con “parches viales”, sino con un plan integral que incluya sincronía de semáforos y rutas alternas. Brenda Medrano agregó: “Es desesperante depender del juicio de un oficial. No entiendo su lógica. Al final, todo sigue igual de congestionado”.Mariana Domínguez comentó que llevar a su hija al colegio pasó de 25 a 45 minutos. “La medida favorece a quienes vienen del sur, pero si ya funcionaba bien el contraflujo, no entiendo por qué cerraron las entradas. Antes no había problema. Dejarlo como estaba era ganar-ganar”, opinó.Marco Antonio Pérez insistió en que se necesitan más vías alternas, infraestructura para transporte público y agentes que realmente agilicen. Graciela Hernández coincidió y agregó que el caos ya alcanza las plazas Outlet y se agrava por las obras que se hacen en el Camino Real a Colima.La Policía Vial justificó que tanto el contraflujo como el cierre de ingresos buscan reducir aglomeraciones y evitar que los conductores invadan cruces sin respetar el semáforo. Ambas medidas, sostuvo la corporación, mejoran la fluidez en los carriles centrales, que son considerados el trayecto más ágil.Finalmente, la dependencia exhortó a planear con anticipación, respetar la incorporación uno a uno y seguir las indicaciones de los agentes para evitar cuellos de botella.LA VOZ DEL EXPERTOObservatorio Ciudadano de Movilidad y Transporte PúblicoDesde que iniciaron este tipo de operativos, en busca de agilizar el tráfico matutino que se genera en avenidas como López Mateos y Lázaro Cárdenas, el Observatorio Ciudadano de Movilidad y Transporte Público ya había alertado sobre los riesgos que esto representaba, señalando que las estrategias segmentaban y ponían en riesgo los distintos tipos de movilidad.Ante las modificaciones viales en dichas vías, como el contraflujo y el cierre de ingreso a los carriles centrales, el organismo expresó su preocupación por un modelo que, afirmaron, privilegió el flujo vehicular por encima de la seguridad y accesibilidad de quienes se desplazaban en transporte público, a pie o en bicicleta.“La movilidad urbana debe priorizar el derecho de todas las personas a trasladarse de manera segura, eficiente y equitativa”, señaló el organismo en su posicionamiento, en el que cuestionaron que las decisiones tomadas no solo ignoraron el impacto sobre el transporte público (el medio que moviliza a la mayor parte de la población), sino que también se afectó a quienes caminan o se trasladan en modos no motorizados, como la bicicleta.De acuerdo con el Observatorio, el cierre de accesos y los cambios en los sentidos viales, “sin una visión integral de la movilidad”, generaron consecuencias negativas, como un aumento en la inseguridad para las personas que cruzan a pie, mayores tiempos de traslado en transporte público y el aumento de la desigualdad en el acceso a la ciudad. “Este tipo de medidas incentivaron el uso del automóvil particular en lugar de fomentar sistemas de movilidad más eficientes y sustentables”, advirtieron.El organismo recordó que el Plan Integral de Movilidad Urbana Sustentable (PIMUS) estableció como objetivo reducir el uso del automóvil y fortalecer el transporte público y los modos activos, pero que este tipo de acciones contradijo esta ideología.Ante ello, el Observatorio hizo un llamado al Gobierno del Estado a reorientar la planeación vial “desde una perspectiva de derecho a la ciudad”, donde se garantice la seguridad vial, se aseguren cruces seguros y accesibles, se mejore el servicio del transporte público.DIÁLOGOS POR LA MOVILIDAD SUSTENTABLEDurante 2023, las autoridades estatales, en conjunto con especialistas en materia de movilidad, iniciaron un proceso de participación ciudadana para atender los problemas estructurales del corredor López Mateos, uno de los más conflictivos en materia de carga vehicular de la Zona Metropolitana de Guadalajara.Bajo el título Diálogos por la Movilidad Sustentable, el ejercicio reunió más de 60 mil participaciones, que derivaron de la presentación de propuestas presentadas a través de correo electrónico, alrededor de 100 mesas de diálogo con la academia, empresarios, colectivos, asociaciones vecinales y la ciudadanía en general, así como mediante encuestas presenciales y en línea.El proceso fue impulsado por ITDP México y WRI México, con el objetivo de identificar las principales problemáticas de la avenida y construir propuestas viables, a partir de la experiencia de los usuarios de la vía y de la perspectiva de los especialistas, para mejorar de manera integral la movilidad en el corredor.Entre las medidas acordadas tras estos ejercicios se incluyeron propuestas como el reforzamiento de la regulación del tránsito de carga pesada, el fortalecimiento del transporte público, la sincronización de semáforos, el diseño de rutas alternas, el escalonamiento de horarios escolares y laborales, y la mejora de la infraestructura peatonal y ciclista. También se discutió la necesidad de replantear el modelo de desarrollo urbano en la zona sur de la ciudad.También se acordó la ampliación de la Línea 1 del Tren Ligero, con alrededor de 8.8 kilómetros adicionales hacia el sur, de Periférico Sur a Santa Anita, y la operación de la agrupación “Ocelotes” de la Policía Vial, destinados a atender siniestros viales y liberar el flujo vehicular en intersecciones clave.Hasta ahora, las autoridades han concretado medidas como la implementación de los Ocelotes, cuya operación comenzó en noviembre de 2023, así como la reestructuración de rutas del transporte público, que permitieron además la llegada de tres nuevas rutas con camiones más grandes, en busca de abarcar derroteros más amplios y con la capacidad de mover a más gente.POLICÍAS VIALES