La glorieta de La Estampida, donde confluyen las avenidas López Mateos, Guadalupe, Niños Héroes, San Francisco y la calle Nebulosa, ha sido históricamente un punto de caos vial, debido a su conexión inmediata con la avenida López Mateos, en dirección de sur a norte.Las personas que circulan desde Guadalupe, Lázaro Cárdenas, Niños Héroes y la propia López Mateos -en su tramo elevado-, y que buscan incorporarse a los carriles centrales de esta vía, enfrentan el reto de pasar de cuatro carriles que desembocan desde la glorieta a solo dos en las laterales de López Mateos.Esto genera un embudo, ya que para ingresar a los carriles centrales de López Mateos -en su tramo subterráneo- solo hay un carril habilitado, mientras que el otro es para continuar por la lateral.Luego de un ejercicio de observación realizado por este medio en dos días distintos de la misma semana, entre las 7:00 y las 9:00 horas, se comprobó que los automovilistas se acomodan como pueden para intentar ingresar a este carril. Sin embargo, el problema se agrava porque el operativo matutino para agilizar el tránsito en López Mateos se extiende hasta esta zona, entre “La Estampida” y la glorieta Minerva. Así, los conductores nunca saben si encontrarán la incorporación abierta o cerrada.Un agente de la Policía Vial se coloca en el punto de acceso y, según el nivel de saturación de los carriles centrales, permite o restringe el ingreso. De acuerdo con la propia corporación, se trata de una medida que se aplica por lapsos breves, dependiendo del flujo vehicular. Es decir, no se trata de un cierre fijo: una vez que se aligera la carga en los carriles centrales, se reabre el acceso desde la parte superior.Esto genera conflictos en varios sentidos. Por un lado, hay conductores que prefieren esperar en el carril de incorporación a que el agente vial autorice el paso, en lugar de seguir por la lateral como se les indica, lo que provoca tráfico dentro de la glorieta y afecta a los vehículos que provienen del resto de las avenidas mencionadas. Por momentos, el congestionamiento alcanza hasta Lázaro Cárdenas.Durante la observación, se registró un percance entre un automóvil que intentó ganarle el paso a una unidad del transporte público para incorporarse a la fila. El camión terminó golpeando su espejo retrovisor. Al no poder ingresar, el vehículo tuvo que continuar por la lateral.La situación ha generado también agresiones verbales y actos intimidatorios contra el agente vial asignado al punto, ya que algunos automovilistas intentan ingresar a la fuerza, molestos por el tráfico. Incluso, se han reportado casos en los que los conductores dirigen intencionalmente su vehículo contra el oficial para presionarlo a que abra el acceso.Ante esta problemática, la Policía Vial recordó que estas medidas están activas de las 6:00 a las 9:00 horas, con el objetivo de agilizar tanto los carriles centrales como los laterales. La corporación asegura que, con base en el comportamiento del flujo vehicular, se determina el cierre temporal del ingreso cuando resulta más eficiente continuar por la lateral. Esto, a su vez, permite desahogar el tráfico proveniente de la glorieta “La Estampida” y evitar que los automovilistas se detengan en espera de que se reabra el acceso.