La Novena Encuesta de Percepción Ciudadana Sobre Calidad de Vida realizada por Jalisco Cómo Vamos arroja que entre 2011 y 2024 el uso de transporte público en el Área Metropolitana de Guadalajara tuvo una reducción considerable, pues hace 14 años siete de cada 10 personas (69.4 por ciento) utilizaban alguno de estos medios de movilidad, mientras que el año pasado esa cifra se ubicó en cuatro de cada 10 (44.1 por ciento). Además, como otro de los rubros destacables, cerca de la mitad de los encuestados (45 por ciento) dijeron sentirse inseguros en la ciudad. En cuanto a la movilidad, el vehículo particular ha ganado terreno frente al transporte público. En 2011 apenas dos de cada 10 (20.5 por ciento) contaban con un automóvil, mientras que para 2024 el crecimiento ha sido exponencial: tres de cada 10 (30.3 por ciento). Augusto Chacón, presidente de Jalisco Cómo Vamos, señaló que esta tendencia ha sido un fracaso “si recordamos los discursos respecto al transporte público, lo que se ha hecho, lo que se ha intervenido, lo que se ha invertido y lo que subsidiamos ese transporte público a favor de los grandes concesionarios. Disminuyó en Guadalajara, por ejemplo, quienes usan el camión es 37 por ciento; Zapopan, 41 por ciento contra 36 por ciento que usa vehículo particular; 33 por ciento en Guadalajara, es decir, casi mitad y mitad. Esto significa que seguimos privilegiando el vehículo particular contra el transporte público. Es decir, no se ha vuelto atractivo y lo vemos en el tránsito cotidiano, lo vemos en la calidad del aire”, comentó.En tanto, si bien la percepción de inseguridad fue más baja el año pasado en comparación con 2022, cuando el 57 por ciento de la población dijo sentirse insegura, Chacón reconoció que la cifra aún es muy alta. Además, resaltó, la ciudadanía percibe menos seguridad en la ciudad que en su colonia, es decir, fuera de los espacios conocidos. El Salto es el municipio con la percepción de inseguridad más alta, con 55 por ciento, frente a Tonalá, que es del 36.8 por ciento.Mientras tanto, cada vez más personas en la metrópoli conocen a una persona que se encuentre desaparecida. Tlaquepaque (10 por ciento), Tonalá (8.8 por ciento), Tlajomulco (8.7 por ciento) y Guadalajara (8.5 por ciento) fueron los municipios en los que más encuestados respondieron que sí conocen a alguien sin localizar. De igual forma, Chacón resaltó que la confianza que las personas sienten hacia sus vecinos, compañeros de escuela y de trabajo disminuyó, “lo que nos habla de un deterioro en el tejido social, una tendencia a ensimismarnos. Nos parece que es algo digno de tomar en cuenta ese deterioro que hemos sufrido”. Por su parte, entre los puntos positivos destacan los altos grados de satisfacción con la vida y felicidad, así como el número de personas que afirman estar en una posición económica más alta que sus padres. También la calificación en salud, rubro en el cual siete de cada 10 encuestados refirieron estar algo o muy satisfechos con los servicios médicos.Asimismo, hubo un incremento mínimo en el número de personas que denunciaron haber sido víctimas de un delito, al pasar de 65 por ciento que dijeron no haber denunciado a 59.2 por ciento. Ante este panorama, Chacón también recordó que la confianza en el gobierno decreció de 2022 a 2024, pues cerca del 58 por ciento asegura que las autoridades no combaten la corrupción, por lo que hizo un llamado a los ayuntamientos metropolitanos a atender y entender los resultados de la encuesta y el sentir de la ciudadanía.“Tienen que hacer muchas cosas a partir de esta percepción. Hay una brecha entre lo que nos dicen en el discurso y lo que la gente vive cotidianamente, y eso nos está empujando a un individualismo que se nota en esta desconfianza que ha crecido hacia las personas con las que colaboramos cotidianamente […]. Los gobernantes tienen mucho que hacer, de entrada, enterarse, darse cuenta que los discursos y sus diagnósticos de lo que ocurre en la ciudad no necesariamente corresponden con los propios diagnósticos que tienen las personas”, expresó. YC