Rusia lanzó un importante ataque con misiles y drones sobre Ucrania durante la noche del viernes y la madrugada del sábado, después de que funcionarios de Estados Unidos y Ucrania anunciaron que el sábado mantendrán la tercera jornada de conversaciones para poner fin a una guerra que dura ya casi cuatro años.Rusia lanzó 653 aviones no tripulados y 51 misiles en el ataque de gran alcance, lo que activó las alarmas antiaéreas en todo el país, coincidiendo con la celebración del Día de las Fuerzas Armadas ucranianas, dijo la fuerza aérea de esa nación .Las fuerzas ucranianas derribaron y neutralizaron 585 drones y 30 misiles, agregó, añadiendo que en total se atacaron 29 ubicaciones.Al menos ocho personas resultaron heridas en la ofensiva, de acuerdo con el ministro ucraniano del Interior, Ihor Klymenko.Al menos tres de los lesionados estaban en la región de Kiev, señalaron las autoridades locales. Se reportaron avistamientos de drones hasta en la región occidental de Leópolis. La planta nuclear de Zaporiyia perdió temporalmente toda la energía externa durante la noche, informó el Organismo Internacional de Energía Atómica, citando a su director general, Rafael Mariano Grossi.La planta se encuentra en un área que está bajo control ruso desde el inicio de la invasión de Moscú a Ucrania y no está en servicio, pero necesita energía confiable para enfriar sus seis reactores apagados y el combustible gastado, para evitar cualquier incidente nuclear catastrófico.Rusia perpetró un “ataque masivo con misiles y drones” contra centrales eléctricas y otra infraestructura energética en varias regiones, escribió el operador nacional de energía, Ukrenergo, en Telegram.El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, confirmó que las instalaciones energéticas fueron el principal objetivo de la campaña. Uno de los ataques con drones “incendió” la estación de tren de la ciudad de Fastiv, en la región de Kiev.Ucrania y sus aliados occidentales sostienen que Rusia está tratando de paralizar la red eléctrica ucraniana y dejar a los civiles sin calefacción, luz y agua por cuarto invierno consecutivo; los funcionarios ucranianos dicen que esto es usar el frío como arma.La última ronda de ataques se produjo mientras los asesores del presidente Donald Trump y funcionarios ucranianos dijeron que se reunirán por tercer día el sábado después de sus avances en la búsqueda de un acuerdo sobre un marco de seguridad para la Ucrania de posguerra.Tras las conversaciones del viernes, ambas partes ofrecieron además una evaluación prudente que indicó que cualquier “progreso real hacia un acuerdo” dependerá, en última instancia, “de la disposición de Rusia a mostrar un compromiso serio con la paz a largo plazo”. La declaración del enviado especial de Estados Unidos, Steve Witkoff; el yerno de Trump, Jared Kushner, y de los negociadores ucranianos, Rustem Umerov y Andriy Hnatov, se produjo después de que se reunieron por segundo día en Florida el viernes.Solo ofrecieron pinceladas generales sobre el progreso que dicen haber logrado mientras Trump presiona a Kiev y Moscú para que acepten una propuesta mediada por Washington para poner fin al largo conflicto.Kiev atacó en la noche del sábado la refinería de Riazán, a unos 200 kilómetros al suroeste de Moscú, según informó el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania, con el objetivo de reducir las capacidades militares del enemigo.La extensión de los daños todavía está por determinar, según un breve comunicado. Dicha refinería está diseñada para procesar 17.1 millones de toneladas de crudo al año y es una de las más grandes de Rusia, de acuerdo con el Estado Mayor ucraniano.En ella se producen diésel, gasolina y carburante de avión con los que se abastece a las fuerzas rusas, agregó.Además, fue golpeada la planta metalúrgica de Alchevsk, en la parte ocupada de la región ucraniana de Lugansk, en la que se producen componentes de proyectiles para el ejército ruso. “Las fuerzas de defensa siguen tomando medidas para socavar el potencial militar-económico de los agresores rusos”, concluyó la nota.Otros blancos son los “buques fantasmas” con los que Rusia, sin usar su bandera, busca comercializar petróleo. Un petrolero de esa flota rusa, atacado por Ucrania a finales de noviembre en el Bósforo, se encuentra varado frente a la costa búlgara y está en marcha un operativo para evacuar a los 10 tripulantes, informaron autoridades locales.La tripulación del “Kairos”, registrado en China y supuestamente usado para el tráfico ilegal de petróleo, no puede ser evacuada debido al mal tiempo y al fuerte oleaje.