En un nuevo esfuerzo por restringir la presencia de perros en espacios públicos, autoridades iraníes han extendido la prohibición de pasear mascotas a por lo menos 18 ciudades del país, entre ellas Isfahán, Kermán, Tabriz, Hamadán, Ilam y Mashhad. La medida ya se encontraba vigente en Teherán desde el año 2019.La disposición forma parte de una serie de acciones promovidas por autoridades judiciales y municipales bajo argumentos relacionados con el “orden social” y la salud pública. En varias de estas ciudades, se ha ordenado también el cierre de clínicas veterinarias y comercios dedicados a la venta de animales o productos relacionados con mascotas, especialmente perros.De acuerdo con comunicados emitidos por fiscalías locales, se decomisarán los vehículos en los que se transporten perros en la vía pública, y sus propietarios podrían enfrentar cargos por violación a las normas de convivencia. En algunos casos, los animales serían llevados a centros de retención no especificados.Los fundamentos legales de estas medidas se sustentan en el Código Penal y en disposiciones sobre moral pública y salubridad. Las autoridades señalan además que los perros son considerados “impuros” por ciertos preceptos religiosos, y que el aumento en la tenencia de mascotas estaría asociado a influencias culturales externas.Diversos medios locales han reportado que, en algunas ciudades, personal de seguridad ha intervenido clínicas y tiendas sin previo aviso, procediendo al cierre o confiscación de mercancía. Asociaciones de veterinarios y cuidadores de animales han alertado sobre el impacto de estas decisiones en la salud y el bienestar de los animales, así como en el trabajo de profesionales del sector.En respuesta a estas acciones, varios ciudadanos han optado por pasear a sus perros en horarios nocturnos o en zonas menos visibles, mientras otros han compartido en redes sociales denuncias sobre el decomiso de animales o la clausura de negocios relacionados.Hasta el momento, no se han anunciado modificaciones legislativas que formalicen estas restricciones a nivel nacional, pero las decisiones han sido respaldadas por declaraciones de figuras religiosas y políticas que consideran la tenencia de perros como una costumbre ajena a las tradiciones del país.La situación continúa en desarrollo, mientras se mantienen operativos de vigilancia en distintas regiones del territorio iraní.BB