La iglesia evangélica nicaragüense aceptó participar como testigo y acompañante de las negociaciones entre el Gobierno de Nicaragua y una alianza opositora, con la que buscan superar la crisis que estalló hace casi un año.La denominada Mesa de la Unidad Nacional Evangélica designó al pastor Jorge Ulises Rivera como su representante en la mesa de negociación, y a los pastores Roberto Rojas y Adolfo Sequeira, como sus asesores.“Estamos esperando que nos digan si ya podemos entrar y la forma en que se hará”, explicó a periodistas Rivera, quien dijo desconocer el alcance de su misión como testigo y acompañante.El religioso aprovechó para hacer un llamado a las partes en la mesa de negociación a “encontrar beligerancia, responsabilidad y seriedad, tolerancia y honestidad ante el pueblo”.El 5 de marzo pasado, los delegados del Gobierno y de la oposición extraparlamentaria acordaron invitar al cardenal nicaragüense, Leopoldo Brenes, y a un líder evangélico como testigos y acompañantes de las conversaciones.Tres días después, la Conferencia Episcopal de Nicaragua declinó participar como testigo y acompañante en la mesa de negociaciones.La invitación al cardenal Brenes, también arzobispo de Managua, proponía además nombrar a dos miembros del Episcopado como asesores.Desde que comenzaron las negociaciones, el 27 de febrero pasado, el único testigo y acompañante era el nuncio apostólico en Nicaragua, Waldemar Stanislaw Sommertag.