El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, advirtió ayer que Israel lideraría un posible ataque militar contra Irán si ese país no renuncia a su programa de armas nucleares. Las declaraciones se produjeron en vísperas de negociaciones entre funcionarios estadounidenses e iraníes, previstas para este fin de semana en Omán, en un intento por reducir las tensiones y evitar un conflicto de mayores proporciones.“Si se requiere lo militar, vamos a tener lo militar”, afirmó Trump en una conferencia de prensa. “Israel obviamente estará muy involucrado en eso. Ellos serán los líderes de eso. Pero nadie nos lidera, hacemos lo que queremos hacer”.Estas declaraciones marcan un giro más agresivo en la política exterior de Washington hacia Teherán, en medio de crecientes preocupaciones por los avances técnicos del programa nuclear iraní. Estados Unidos sostiene que Irán se encuentra más cerca que nunca de obtener una bomba nuclear, aunque Teherán ha insistido en que su desarrollo nuclear tiene fines pacíficos.Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, respaldó las gestiones diplomáticas de Trump, pero dejó claro que no descarta una acción militar. “Tenemos que asegurarnos de que Irán no tenga armas nucleares”, declaró. El mandatario israelí sugirió que un posible acuerdo debería seguir el modelo del pacto alcanzado en 2003 con Libia, en el cual ese país africano renunció a su programa nuclear a cambio de reintegrarse a la comunidad internacional.El actual presidente iraní, Masoud Pezeshkian, rechazó las acusaciones de Washington y reafirmó que su país “no busca hacerse de una bomba nuclear”. Incluso dejó abierta la puerta a futuras inversiones estadounidenses si se logra un acuerdo que restablezca la confianza entre ambas naciones. “Inversores estadounidenses: vengan e inviertan”, dijo durante un discurso en Teherán. La declaración fue interpretada como una señal de apertura económica, algo poco común en el discurso oficial iraní desde el colapso del acuerdo nuclear de 2015.Estados Unidos, sin embargo, mantiene la presión. El Departamento del Tesoro anunció el miércoles nuevas sanciones contra cinco entidades y una persona en Irán, acusadas de colaborar con el desarrollo del programa nuclear. Entre los sancionados se encuentran la Organización de Energía Atómica de Irán y varias de sus subsidiarias.Trump, al justificar su política, afirmó que desea lo mejor para Irán, pero que “lo único que no pueden tener es un arma nuclear. Ellos entienden eso”. El trasfondo de estas tensiones remite al acuerdo firmado en 2015 entre Irán y seis potencias mundiales —incluidos Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Rusia y China—, que establecía límites estrictos al enriquecimiento de uranio a cambio del levantamiento de sanciones. Sin embargo, Trump se retiró unilateralmente del pacto en 2018, al considerarlo “el peor acuerdo de la historia”, lo que deterioró gravemente las relaciones bilaterales.Desde entonces, diversos esfuerzos por reactivar el acuerdo, incluidos los impulsados por el expresidente Joe Biden en 2021, han fracasado. Las nuevas negociaciones en Omán podrían representar una última oportunidad para detener la escalada.Expertos internacionales advierten que una intervención militar contra Irán podría desatar un conflicto regional de grandes proporciones, afectando el comercio energético y la estabilidad del Medio Oriente. Aun así, ambas partes parecen aferradas a sus respectivas posturas, mientras aumenta la presión internacional.“Cuando comienzas las negociaciones, sabes si están yendo bien o no”, dijo Trump. “Y yo diría que la conclusión sería si creo que no están yendo bien. Así que eso es sólo una sensación”.Por ahora, el mundo observa con atención el resultado de las conversaciones en Omán, mientras se mantiene la amenaza latente de una acción militar.AP Ucrania amplió ayer su afirmación de que un número significativo de chinos están luchando para el Ejército invasor de Rusia, diciendo que había reunido datos detallados de inteligencia sobre más de 150 mercenarios que Moscú supuestamente reclutó a través de redes sociales. En China, las autoridades calificaron las acusaciones de “totalmente infundadas”.El Gobierno ucraniano efectuó su acusación y China la negó en un momento en que Estados Unidos se empeña en asegurar un alto el fuego en la guerra de más de tres años.El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, anunció que su ejército capturó a dos hombres chinos que combatían dentro de las fuerzas de Moscú en la región oriental de Donetsk. Es la primera vez que Kiev realiza una afirmación de ese tipo sobre la presencia de combatientes chinos en su territorio.Zelenski indicó ayer que estaba dispuesto a intercambiar a los dos prisioneros de guerra por soldados ucranianos cautivos en Rusia. Sin proporcionar evidencia, el mandatario afirmó que funcionarios en Beijing estaban al tanto de la campaña del Kremlin para reclutar a mercenarios chinos. Se abstuvo de decir que el Gobierno chino autorizó la participación de los mercenarios en Ucrania.Zelenski señaló que Ucrania tiene los apellidos y datos de pasaporte de 155 chinos que luchan para el Ejército ruso y “creemos que hay muchos más de ellos”. Compartió con periodistas documentos que enumeran nombres, números de pasaporte y detalles personales de los presuntos reclutas chinos, incluido cuándo llegaron a Rusia para recibir entrenamiento militar y partieron al frente. No se ha verificado los documentos de forma independiente.AP CT