Elon Musk, el hombre más rico del mundo, se enfrenta a una disputa con el expresidente Donald Trump que podría tener consecuencias económicas devastadoras para sus principales empresas. Aunque aún no está claro cómo escalará el conflicto, los analistas advierten que Musk tiene mucho más que perder si el republicano decide tomar represalias. La disputa estalló justo antes de una prueba clave de los taxis autónomos de Tesla en Austin, Texas. Esta iniciativa es crucial para la compañía, que lucha con ventas estancadas de sus vehículos eléctricos. Trump podría alentar a los reguladores a endurecer los controles, lo que ralentizará o bloquearía el desarrollo de los robotaxis. Ya la NHTSA ha pedido información técnica sobre su funcionamiento en condiciones adversas.SpaceX, otra empresa de Musk, ha dependido fuertemente de contratos federales para lanzar misiones espaciales y llevar astronautas a la estación espacial. Trump ha insinuado que podría cortar esa colaboración. La amenaza llega en un momento delicado, SpaceX se prepara para una misión lunar clave para la NASA.La filial satelital de SpaceX, Starlink, ha cerrado acuerdos importantes en países como Arabia Saudí, India, Pakistán, muchos eventos durante eventos en los que Musk acompañó a Trump. No está claro si la política influyó, pero un distanciamiento con el presidente podría complicar nuevos acuerdos. X (antes Twitter), la plataforma de redes sociales de Musk, ha visto regresar a varios anunciantes tras una etapa de fuga motivada por el auge de teorías conspirativas en la plataforma. Sin embargo, si Trump vuelve a atacarla, X podría convertirse otra vez en un lugar políticamente tóxico para las grandes marcas. Tesla también podría sufrir si se elimina una disposición clave que obliga a los fabricantes de autos a cumplir con normas de eficiencia de combustible. La venta de créditos regulatorios a otras empresas automotrices ha sido una fuente vital de ingresos, y su eliminación golpeará directamente a las finanzas de Tesla. Aunque el gobierno federal también se vería afectado, especialmente por la posible pérdida de los servicios de SpaceX, la posición de Musk es más frágil. “Para alguien que se queja tanto del despilfarro gubernamental todos los negocios de Elon dependen extremadamente de la generosidad del gobierno”, observó el analista Sam Abuelsamid. Los analistas advierten que aún es pronto para predecir el impacto real. Mientras tanto, las acciones de Tesla han mostrado una alta volatilidad. Lo único seguro es que la disputa añade incertidumbre a un ecosistema donde política y negocios están profundamente entrelazados. Con información de AP.KG