Ante el ataque de Irán sobre la base aérea de Estados Unidos en Al Udeid, Catar, el precio del petróleo bajó durante la jornada de ayer. El barril de WTI (West Texas Intermediate) cayó a los 65 dólares, mientras que la mezcla Brent (referencia del crudo en Europa) llegó a los 69.Sin embargo, persiste el riesgo de que los precios del petróleo vuelvan a subir, lo que podría generar presión inflacionaria, sobre todo en países que enfrentan recesión o nulo crecimiento, entre ellos México, advirtió Rafael Espinosa, académico de la Universidad de Guadalajara. Eso traería afectaciones directas a los consumidores. “Los países, de por sí, están saliendo de un periodo complicado por la inflación global. Esto, en lugar de aliviarla, va a aumentar la presión inflacionaria. Estamos experimentando procesos de contracción del crecimiento en México”.La inflación se ubicó en 4.42% anual en mayo, según el Inegi, un aumento frente al 3.93% registrado en abril.México sería uno de los países más afectados ante un posible aumento en el costo de las gasolinas y el diésel, alertó Lourdes Maisterrena, académica de la Universidad Panamericana, ante la importación: “El efecto que tendrían los energéticos podría hacer que la inflación en México aumente, impulsada por el precio de los combustibles”.Ante ese riesgo, la Presidenta Claudia Sheinbaum señaló que podría aplicarse un subsidio mediante el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) para mantener estables los precios de los combustibles en territorio nacional: “Hay un mecanismo que existe en México para evitar que suban las gasolinas: el subsidio, que es el impuesto que se paga por los combustibles. Entraría en vigor en caso de que hubiera un aumento significativo en el precio internacional”.Actualmente, hay un acuerdo entre gasolineros con la intención de que la gasolina Magna no supere los 24 pesos por litro.Además, se verían afectadas las cadenas de suministro, comenzando por los servicios de transporte y traslado de mercancías. Y posteriormente, la industria y su producción.De continuar el conflicto y aumentar los precios del crudo, “habría efectos directos sobre los costos de producción, particularmente en productos derivados del petróleo, como gasolina, gas, aceites y lubricantes esenciales para la industria manufacturera”, señaló Héctor Iván del Toro, especialista de la Universidad de Guadalajara. “Van a registrar un incremento potencial en sus precios. El primer impacto será que, al aumentar el precio del petróleo, suben las gasolinas y el diésel. Y hay que recordar que son elementos primordiales para el traslado de productos desde los fabricantes hasta los consumidores”.El costo del crudo se disparó en las últimas dos semanas, pero ayer registró una caída tras la respuesta de Irán contra Estados Unidos. No obstante, no se han bloqueado rutas estratégicas, como el estrecho de Ormuz (una vía por la que circula el 20% del comercio mundial del petróleo), pese a las amenazas iraníes de hacerlo.El presidente de Estados Unidos instó ayer a mantener bajos los precios del petróleo, en un momento en que el mercado muestra señales de inestabilidad. El conflicto entre Irán e Israel alteró la escena política internacional y también cimbró la económica mundial. Para México este escenario se convierte en un potencial riesgo en el alza de energéticos y toda la cadena productiva que depende de ellos.Así lo mencionó la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum, quien habló sobre un posible aumento del precio de la gasolina en nuestro país ante el nerviosismo en el mercado petrolero internacional.Sheinbaum Pardo anotó que “México tiene un mecanismo (el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios) para que no aumente la gasolina en el país”, aunque reconoció que el alza podría ocurrir, debido a que la referencia del precio del combustible es internacional.En caso de un alza en el petróleo, nuestro país sería uno de los principales afectados, principalmente por su dependencia con el mercado mundial, afirmó Héctor Iván del Toro, académico del Departamento de Economía de la Universidad de Guadalajara.“Trae una implicación directa para muchas naciones, porque aquellos países como México, que somos dependientes excesivamente de los factores petroleros para poder sacar sus derivados como gasolina y diésel entre otros, van a tener un incremento potencial en sus precios”.El primer impacto se daría en los servicios que requieren traslados debido a que utilizan combustible que vería aumentado su precio.Lourdes Maisterrena, académica de la Universidad Panamericana, señaló que México también es un país exportador de petróleo, aunque si bien ha caído en ese ramo, podría haber un aumento en los ingresos petroleros. “México se puede beneficiar porque es exportador de petróleo. Que suba el precio del petróleo puede beneficiar porque va a tener más ingresos.Rafael Espinoza, también académico de la Universidad de Guadalajara, señaló que un posible incremento en el precio del petróleo implica un aumento en los costos de otros productos en nuestro país, pues “es uno de los productos que, si suben, sube todo. Y el aumento de precios sería inevitable bajo cualquier circunstancia”.Las afectaciones principales impactarían al costo de los energéticos y derivados del petróleo como las gasolinas y el diésel; de ahí, seguirían las cadenas de suministro, empezando por los servicios de transporte, traslado de mercancías; y posteriormente, las industrias y su producción.Pero también hay afectaciones para el transporte, comentó Rafael Espinoza, académico de la UdeG: “El transporte de carga, todo el sistema de transporte de bienes va a hacer que suba de precio porque es insumo de todas las industrias”. Voz del experto Héctor Iván del Toro, académico del Departamento de Economía de la Universidad de GuadalajaraDe seguir el conflicto entre Irán e Israel e incrementarse los precios del petróleo, habría afectaciones en los costos de producción, principalmente de aquellos productos derivados del petróleo como la gasolina y el gas al igual que aceites y lubricantes necesarios para la industria de la manufactura, dijo Héctor Iván del Toro, académico del Departamento de Economía de la Universidad de Guadalajara.“El primer impacto que se va a tener es, al aumentar el precio del petróleo, aumentan las gasolinas y hay que recordar que es uno de los elementos primordiales para poder trasladar los productos de los fabricantes hacia los consumidores y esto traerá consigo un incremento por parte de los productores que se va a transferir de los productores a los consumidores, habrá un incremento en los precios de los productos de la canasta básica”.Posteriormente, el impacto sería en otros productos como aceites o lubricantes que son utilizados en la industria automotriz. Y también habría repercusiones económicas para otros productos.“En los productos de manera indirecta, serán todos los productos que necesiten movilidad para poder tener sus activos productivos dentro de sus empresas y en el momento de la distribución, por lo tanto, toda la gama de productos y servicios que implican el uso de gasolina, diésel o derivados del petróleo, van a tener ese impacto. Productos de la canasta básica como el atún, lácteos, la gama de productos agrícolas que se tienen que trasladar”.Héctor Iván del Toro, académico del Departamento de Economía de la Universidad de Guadalajara. CT