Cuba atraviesa un complejo escenario demográfico. En apenas cuatro años, la isla perdió alrededor de 1.4 millones de habitantes, como resultado de la migración masiva, baja natalidad y un aumento en la mortalidad, informaron este lunes autoridades de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI) y expertos del Centro de Estudios Demográficos (CEDEM).Durante la presentación del Informe sobre la Población Mundial 2025 del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), el vicejefe de la ONEI, Juan Carlos Alfonso Fraga, detalló que entre enero de 2020 y diciembre de 2024, la población cubana pasó de 11,193,470 a 9,748,007 personas. Se trata de una de las caídas más abruptas en la historia reciente del país. “El país está en una nueva era demográfica”, declaró el funcionario, quien señaló que, si bien el envejecimiento poblacional es una tendencia desde hace décadas, los últimos años han acelerado este proceso debido al éxodo de jóvenes en edad productiva.Este fenómeno ocurre en un contexto de profunda crisis económica, agravada por la pandemia de COVID-19, una fallida reforma monetaria y el endurecimiento de sanciones económicas por parte de Estados Unidos. La consecuencia más visible ha sido la salida masiva de cubanos, especialmente jóvenes, dejando una población envejecida y con escasas perspectivas de relevo generacional. Según la subdirectora del CEDEM, Matilde Molina, aunque Cuba mantiene una fecundidad baja (de 1 a 2 hijos por mujer), el país enfrenta un alarmante índice de embarazos adolescentes. En 2023 se reportaron 54 nacimientos por cada mil jóvenes de entre 15 y 19 años; en 2024, la cifra apenas descendió a 47 por cada mil.El director del CEDEM, Antonio Aja, advirtió que, si bien Cuba necesita elevar su natalidad, “no debe hacerlo a costa de la fecundidad adolescente”, señalando que los embarazos tempranos suelen estar ligados al abandono escolar y la precariedad económica. En contraste, países como República Dominicana presentan cifras más altas de nacimientos adolescentes (77 por cada mil), mientras que la media global se sitúa en 46 por cada mil, según Naciones Unidas. Cuba, que alguna vez fue líder en planificación familiar y salud reproductiva en América Latina, enfrenta ahora el reto de revertir la pérdida poblacional sin comprometer los derechos y el bienestar de las adolescentes. Con información de AP.KG