Sequías, huracanes, olas de calor e incendios fueron algunos de los fenómenos ambientales extremos que aquejaron América Latina en 2022, en medio de un claro avance del cambio climático en el mundo, destacó la Organización Meteorológica Mundial (OMM) en su informe anual.Un récord de temperatura de 44 grados en Uruguay y "extensos y prolongados incendios en el norte de Argentina y en Paraguay" fueron el comienzo de un año con una primera quincena de enero extremadamente cálida, señaló la agencia de las Naciones Unidas en el reporte presentado el viernes.Las sequías se hicieron sentir a lo largo de toda América.Al sur del continente, Buenos Aires registró su primer mes de junio sin lluvias desde que se tiene registro, y esa y otras zonas del norte de Argentina finalizaron 2022 con graves problemas de carestía de agua. Al norte, en Estados Unidos la sequía generó perdidas por 22.000 millones de dólares y áreas como California registraron su periodo enero-octubre más seco de la historia.Más del 82 % de la zona continental de Estados Unidos (excluyendo Alaska) experimentaba un clima anormalmente seco a mediados de octubre del 2022, la mayor extensión de los últimos 23 años, indicó la OMM en el informe publicado en la víspera de la celebración del Día de la Tierra.El estudio señaló que las olas de calor regresaron a Sudamérica en noviembre y diciembre: en el norte de Argentina la localidad de Rivadavia batió un récord de temperatura de 46 grados el 7 de diciembre.Los incendios en el Amazonas brasileño se situaron entre los niveles más altos de la última década y las emisiones de gases de efecto invernadero derivadas de esos fuegos fueron las más altas en al menos 20 años.Los científicos asocian el cambio climático a la cada vez mayor frecuencia de fenómenos extremos. En este sentido, la OMM destacó también que la época de huracanes en el continente americano -aunque comenzó más tarde que otros años- causó importantes daños, especialmente en el mes de septiembre.El huracán Ian, tras cruzar Cuba, produjo en Florida (EU) pérdidas por valor de 113 mil millones de dólares -por lo que fue el tercero más devastador del que se tiene registro en Estados Unidos- y 152 muertes, cifra que no había causado ningún huracán en 90 años en ese estado norteamericano.En el mismo mes de septiembre, el huracán Fiona causó inundaciones y otros impactos en República Dominicana y Puerto Rico, para llegar más tarde incluso a las costas canadienses.
