A 12 días de que termine el año, uno de los grandes activos que ha construido a su favor la Presidenta Claudia Sheinbaum se ha puesto nuevamente en riesgo en este cierre de 2025.Me refiero a la relación de “cabeza fría” que ha mantenido con el impredecible Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, desde que regresó por segunda vez a la Casa Blanca, cuando Sheinbaum llevaba apenas tres meses en Palacio Nacional.Primero fueron las amenazas de imponer aranceles hasta de un 30 por ciento a todos los productos mexicanos que se exportaran a los Estados Unidos, que ha logrado contener en al menos tres ocasiones a lo largo del año, en espera de la revisión del Acuerdo Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá.Luego vino el endurecimiento de sus políticas antimigratorias, los amagos de cerrar la frontera y toda una serie de redadas para expulsar a connacionales indocumentados de suelo estadounidense. No sin sobresaltos, pero la Presidenta mexicana mantuvo una relación de cordialidad con su homólogo estadounidense, planteándole trabajar en acuerdos migratorios, pese a que la secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem, la culpó de alentar las protestas violentas en Los Ángeles, California.En julio escalaron las tensiones, porque además de los reclamos por los indocumentados, volvió el amago arancelario porque “lo que ha hecho (México) no es suficiente” en el combate a los grupos de la delincuencia organizada y contra el tráfico de fentanilo, que expresaron en una carta enviada desde Washington a Palacio Nacional, donde advirtieron que ese cobro vendría el primero de agosto.Su estrategia de “cabeza fría” le resultó no solo para evitar por tercera vez que cumpliera esa amenaza, sino que hasta elogios recibió de Trump.En este cierre de año, el tema de la política exterior mexicana se suma a los factores de tensión. Había asomado en septiembre pasado con la visita que hizo a Sheinbaum el secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio, al día siguiente de la primera embarcación venezolana que destruyeron en altamar militares estadounidenses, en el inicio de las hostilidades contra el gobierno de Nicolás Maduro.Esta semana, que la Presidenta ha sido indiferente a la entrega del Premio Nobel de la Paz a la opositora venezolana Corina Machado, y ha reprobado una eventual invasión de EU a ese país y se ha ofrecido para ser mediadora del conflicto, desde el Departamento de Estado del país vecino ya le reclamaron a Sheinbaum los apoyos que da a Cuba, enviándoles hidrocarburos y contratando médicos: “Desafortunadamente, al apegarse a su política exterior no intervencionista (México) ha actuado con frecuencia de maneras que contradicen lo que consideramos nuestros valores compartidos y los objetivos de EU”.Así que habrá que ver si este reproche no es el preámbulo de una nueva amenaza de Trump, que acabe con la buena racha que mantuvo todo el año en la relación bilateral la Presidenta Sheinbaum.