Dos jóvenes alcaldes de municipios jaliscienses que fueron postulados por la coalición gobernante Morena-Verde-PT pasaron esta semana al banquillo de los acusados por escándalos en sus respectivos gobiernos.Por ser reincidente, menciono primero a Diego Rivera Navarro, presidente municipal del Tequila. El otro es Alfredo Sánchez, primer edil de Techaluta de Montenegro.El de Tequila ya había aparecido en este espacio apenas en junio pasado cuando sus policías violaron el derecho a la información y la libertad de expresión, al detener y encarcelar arbitrariamente a mi compañero camarógrafo de N+ Guadalajara, Jorge Alberto García Rodríguez, quien cubría un operativo de la Fiscalía General de la República (FGR) para investigar el cierre arbitrario del Museo de Tequila, por parte del alcalde para darle otros usos como si la finca fuera de su propiedad. Los policías también entorpecieron la labor de nuestro compañero reportero de N+, Jorge Ocegueda, a quien lo hicieron borrar imágenes que grabó en su teléfono celular.Además de quererse apropiar del Museo, Rivera ya había sido severamente criticado por querer cobrar multas a quien dijera palabras altisonantes en la calle, cuotas a turistas y altos impuestos a los productores de agave, situación en la que incurrió nuevamente esta semana al clausurar la fábrica de tequila Cuervo 1800, la más importante en México y en el mundo, por adeudos del impuesto predial y licencias de construcción, entre otros. El ridículo y daño a la población de Tequila hubiera sido mayor si desde el Gobierno federal no paran los abusos del alcalde, luego de que el gobernador Pablo Lemus, pidió su intervención por los problemas de “gobernabilidad” que ve en esa administración municipal. Ayer finalmente llegaron a un acuerdo luego de que el alcalde y directivos de la empresa tuvieron una reunión en Palacio de Gobierno, que mediaron autoridades estatales y federales, de la que resultó que los cobros estaban dos veces arriba de lo que correspondía. En un problema no menos grave está el alcalde de Techaluta de Montenegro, quien está en medio de una investigación porque su jefe de la policía sufrió supuestamente una extorsión, luego de recibir una llamada, hace una semana, para que sacara 170 mil pesos de la tesorería municipal para ayudar en un problema a su jefe el alcalde.Este jefe policial tomó el dinero y se fue a un cajero a depositar esa cantidad de manera fraccionada. No sólo eso. Les entregó también el armamento de la corporación, vía un taxista que los supuestos extorsionadores mandaron al Palacio Municipal.Al parecer el armamento ya fue recuperado y hay dos elementos de la corporación ya detenidos, así como el taxista. Pero el presidente municipal de Techaluta de Montenegro, tendrá que hacer mucho más, que sólo prometer que no encubrirá a nadie, para salir de este embrollo de infiltración delincuencial en su policía.