Desde julio del año pasado ya se hablaba de lo ‘disparejo que estaba el piso’ para todos los posibles precandidatos presidenciales cuando surgieron los nombres de las ‘corcholatas’ morenistas y se les puso en la ‘cartelera’ pública.El día 26 de ese mes una fracción del Movimiento de Regeneración Nacional pidió “piso parejo” para los que habían sido mencionados desde Palacio. Un día después -el 27-, el protagonista de las mañaneras, con el Canciller Ebrard presente -uno de los ‘destapados’, -dijo que “Creo que debe hacerse valer la democracia, no solo como sistema político, sino como forma de vida. La democracia es, como sabemos, el gobierno del pueblo, para el pueblo, con el pueblo”. Y agregó que como principio básico estará la honestidad, la justicia, la igualdad y la libertad, “por lo que se cuidará ampliamente el proceso rumbo a la sucesión presidencial”.Y fue muy enfático al decir que “no tengo un favorito. Cuando se habla de que no hay piso parejo, es un menosprecio a la gente, porque ya nadie se deja manipular. Que no se use como excusa”. Sin embargo, no ha habido honestidad, ni igualdad en el trato y no se ha cuidado el proceso. Todo esto ha motivado que en por lo menos media docena de ocasiones Marcelo Ebrard haya tocado el tema del piso ‘disparejo’ que hay en el proceso de ‘selección’.El caso más reciente fue el miércoles pasado cuando nuevamente el Canciller reclamó la falta de ese trato igualitario y de paso llamó la atención a Morena donde no le han contestado la propuesta que desde diciembre hizo para que los precandidatos deban de renunciar a sus cargos para dedicarse a sus campañas personales. Y ante la posición de Ebrard, vino la reacción de Claudia Sheinbaum -la ‘corcholata mayor’-, quien le envió un mensaje en el sentido de “no hay que tener ansias, hay que esperar a los tiempos que defina el partido”.Y mientras los que no son los supuestamente favoritos de Palacio quieren apresurar los tiempos y otros piden calma por sentirse mejor ‘amarrados’, hay otros, quienes no fueron invitados a la fiesta de la carrera presidencial, pero que ‘se metieron con calzador’, como fue el caso de Ricardo Monreal, quien a pesar de los apretones de manos y caras sonrientes del viernes pasado con el jefe de Palacio Nacional, por fin ha realizado su ‘cruda realidad’. En una entrevista con el Grupo Formula, Monreal quiso justificar su ‘acercamiento’ con el presidente -después de muchos meses de distanciamiento-, “porque yo no voy a socavar al movimiento que yo forme”, y clarificó su posición hablando de su futuro político, señalando que “aunque no hay piso parejo, en eso estoy de acuerdo con Ebrard. Yo me siento un candidato natural para una sucesión. Pero no me engaño, no quiero asumir una posición con las condiciones que ya están dadas y que no creo que me favorezcan. No hay piso parejo...pero yo me debo a un equipo, al equipo que comanda el Presidente de la República y quiero honrar mi condición de político honesto y leal”. Por fin reconoció -en otras palabras, se resigno- que está eliminado, que deberá de retirar de su argumento político sus intenciones de competir ‘por la grande’ y que por ahora lo mejor será enfocarse en buscar la posibilidad de que le ofrezcan la Ciudad de México o un puesto de compensación en el próximo gabinete, por supuesto, siempre y cuando -que es lo más probable- Morena gane la elección presidencial.¿Usted, qué opina? Daniel Rodríguezdaniel.rodriguez@dbhub.net