Uno de los saldos no buscados que surgieron tras el hallazgo del centro de entrenamiento y de exterminio del Rancho Izaguirre, en Teuchitlán, Jalisco, fue potenciar la visibilidad de la crisis por desaparición de personas que golpea a la sociedad mexicana desde hace 15 años, y el aumento de la presión social y política para que el Gobierno Mexicano atienda y dé prioridad a este problema. Producto de esta presión, el Gobierno de la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo comenzó a reunirse con los colectivos de familiares que buscan a sus desaparecidos a lo largo y ancho del país. Hace dos semanas se recibió en primer lugar a madres y padres buscadores de Guerreros Buscadores de Jalisco, el colectivo que hizo el hallazgo de cientos de indicios de ropa, calzado y prendas personales de posibles víctimas entrenadas y, eventualmente, incineradas en el Rancho Izaguirre. Tras los hallazgos del sitio en cuestión, la Presidenta Claudia Sheinbaum anunció un plan de al menos 10 puntos para reformar leyes y acciones para enfrentar la crisis por desaparición de personas. Pero las familias pidieron ser escuchadas antes de que se enviaran al Congreso de la Unión las reformas a las leyes en la materia. Afortunadamente, el Gobierno reconsideró y anunció mesas de trabajo con las familias para tomar en cuenta sus opiniones e incorporarlas a las reformas que se enviarán a diputados y senadores. Enhorabuena por esa consideración. Ahora, el Gobierno de Claudia Sheinbaum debe mostrar voluntad política para recoger e incluir en las reformas y en la política contra las desapariciones las peticiones y exigencias de las familias organizadas.Este martes comenzaron formalmente las mesas de trabajo del Gobierno federal con las familias organizadas, mesas encabezadas por la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez. En ese primer encuentro celebrado en la Ciudad de México asistieron representantes de al menos 40 colectivos de una decena de Estados, entre los que se encuentran Sonora, Zacatecas, Jalisco, Oaxaca Quintana Roo, Estado de México, Hidalgo, Guerrero, Ciudad de México y Sinaloa. Destacó también la participación de madres buscadoras de El Salvador, organizados en la Asociación Comité de Familiares de Migrantes Fallecidos y Desaparecidos de El Salvador. Cientos de migrantes hijos de madres salvadoreñas han resultado desaparecidos en su travesía por México. En esta primera mesas de trabajo, la secretaria de Gobernación admitió que “no será fácil” coordinar a todas las dependencias encargadas de las búsquedas. “El Gobierno tiene la obligación de llevar a cabo la búsqueda de personas, asegurando la debida coordinación y cooperación con los integrantes de los tres órdenes de Gobierno. No es tarea fácil, pero lo vamos a hacer con el apoyo, y las fiscalías y procuradurías de justicia estatales y la general deben hacer efectivo el acceso a la justicia, coordinación, y participación. La construcción de la paz y la lucha contra la impunidad son ejes centrales del Gobierno y, por ello, es necesario fortalecer las instituciones encargadas de la búsqueda de personas”, dijo.Las mesas de trabajo durarán hasta hoy. El martes, en ocasión del inicio de estos diálogos, el Movimiento por Nuestros Desaparecidos en México (que agrupa a 90 colectivos de familiares de todo el país) expresó que los encuentros son producto de su movimiento, que nunca ha dejado de buscar a sus seres queridos, y señaló que esta puede ser una oportunidad histórica para impulsar “estrategias de amplio espectro social que se enfoquen en atender y detener la desaparición de personas en nuestro país”.Para ello propusieron cinco prioridades para elaborar “una política de Estado en materia de desaparición de personas”: 1) Búsqueda y seguridad. 2) Identificación humana forense. 3) Bases de datos y sistemas de información para la búsqueda. 4) Bienestar. 5) Prevención. Y como siempre recuerdan, se debe atender las peticiones y exigencias de las madres y padres buscadores. “La centralidad de las familias en este diálogo abre la posibilidad de fortalecer la participación amplia de los actores nacionales e internacionales en la construcción de una política de Estado que permita atender este fenómeno desde una lógica de colaboración”. Como han coreado desde hace años las madres buscadoras: “Sin las familias, no”.rubenmartinmartin@gmail.com
