Recientemente López Obrador, entre tantas barbaridades durante la transición, dijo lo siguiente: “Ahora los marinos y los soldados tienen que ayudarnos sin el uso de la fuerza como un ejército de paz, para garantizar la seguridad interior y la seguridad pública”. En otras palabras, está anunciando de forma explícita el fin del Gobierno. Su destrucción. ¿Cual es la razón? En todos los estados modernos, es el Gobierno el único o monopólico detentador de la fuerza legítima. Esto implica por ejemplo la capacidad de sancionar y ejecutar la sanción así sea mediante el uso de la fuerza. Sin su uso, nadie cumpliría la ley, situación ya de por sí generalizada. Y la Marina y el Ejército son las últimas y más relevantes instituciones encargadas de proteger nuestra soberanía.De cumplir lo dicho, el país en breve tiempo pasaría a propiedad de las mafias y ocurriría un maridaje entre ellas y el Gobierno. En Venezuela pasó algo muy parecido a lo propuesto por AMLO y vea el lector donde anda ese rico pobre país. Allá, los mañosos tienen todo el control territorial, aquí solo en determinados lugares y muy pero muy lejos de ser la totalidad. Si alguien desea por ejemplo transportar un contenedor de equis mercancía de un extremo al otro, es obligatorio pagar una especie alcabala (antiguo impuesto de fronteras estatales) en cada “demarcación” mafiosa. Su inseguridad e impunidad son mucho peor a las nuestras. No se sale por la noche y saben de las grandes posibilidades de no regresar a casa después del trabajo. Venezuela es un narcoestado cabal.Pero, ¿por qué López Obrador dice tantos despropósitos y contradicciones? Algunos afirman: sigue en campaña. Otros acusan a su voluntad de decirle a cada auditorio lo que quiere escuchar. Aún suponiendo a esas dos razones como parte de la explicación, se me ocurren un par de factores y muy inquietantes. El primero está relacionado con las cuatro perspectivas (https://goo.gl/fgxEmW) a mi parecer esenciales para entender al nuevo régimen a saber: 1. AMLO va por concentrar todo el poder. 2. Sus únicos límites son sus colaboradores. 3. Se tratará de una mafiocracia y 4. Llegaron antes a una posición de control casi total.Si de verdad estamos frente a una mafiocracia, simplemente lo hecho fue anunciarla. Se trataría de un cinismo espectacular. La otra no menos preocupante: ya le pego por completo la Hybris, y por eso se cree capaz de hacer cosas imposibles o contradictorias. Superman es un novato. Quizá pudiera reforzar esta sugerencia su permanente discurso de ira a pesar de haber ganado.El médico y reconocido político inglés, David Owen en su libro ya citado varias veces en este espacio, “En el poder y en la enfermedad” (Ciruela), habla de las enfermedades de varios líderes. Dice: cualquier enfermedad no implica en automático la incapacidad de gobernar. La bronca se encuentra en la enfermedad propia del poder. La Hybris. El contagiado —para el autor de necesaria inclusión clínica— tomará aquí sí y necesariamente, malas decisiones. Se observa por el trato majadero, con desprecio, sin límite y con una superioridad soez. Se trata de una droga dura. Tan fuerte como las peores.¿Ya se le fue el avión antes de venderlo, o anunció el próximo narcoestado?
