Soñábamos con que llegaría el día en que se decretaría el fin de la pandemia y entonces, en el más puro estilo tapatío, armaríamos un gran festival de abrazos y saltimbanquis en el mismísimo y renovado Paseo Alcalde del centro de la ciudad y sabríamos que, felizmente, Guadalajara estaba de regreso.Es más, llegamos a platicarlo con los líderes del comercio cuando esto apenas comenzaba.Pero no será así.El regreso será lento, paulatino y doloroso, y para cuando esto termine casi no nos daremos cuenta porque serán muchas las pérdidas y derrotas económicas, seremos un país más pobre, más inseguro, más resentido y con profundas dudas sobre si habrá valido la pena el severo atorón y caída económica en función del número final de muertos provocados por el coronavirus.“Más se perdió en la guerra”, dirán muchos analistas, y en medio del conteo de daños habrá quien cuestione severamente a los gobiernos tanto estatal como federal por haber sido tan rápidos, severos y entusiastas para decretar el aislamiento total y cierre de miles de negocios, cuando los datos arrojarán que la mayoría de los muertos fueron personas que imprudentemente no respetaron las mínimas medidas de seguridad (les valió gorro), no se tomaron en serio los contagios, y además eran vidas que ya venían con triste historial de descuidos personales que derivó en obesidad, que a su vez provocó diabetes e hipertensión, poniéndoles como a miles de personas en los grupos de mayor riesgo.La actividad, si todo marcha bien, empezará a volver a partir de la próxima semana, y se levantará muy poco a poco, escalonada; tardaremos por lo menos cinco meses para que vuelvan los grandes eventos masivos como conciertos, festivales y partidos de futbol. La vida en bares, antros y salones de fiesta. La convivencia seguirá siendo muy complicada porque el virus seguirá ahí, y aunque seamos sobrevivientes, estará el peligro latente (y sobre todo el miedo) de contagiarnos.Costará mucho trabajo adaptarse a la que llaman “la nueva” normalidad.Serán los espíritus más positivos los que no bajen la guardia; el ánimo emprendedor de Jalisco deberá estar manifiesto, pero a partir de hoy.Será a partir de esas voluntades que se pueda pensar en que terminarán tantas semanas seguidas de malas noticias, y con ellos construir esa actitud necesaria en este momento.Pero de que va a ser difícil, va a ser muy difícil.
