"Canelo" es una marca con alcances globales, el propietario conoce cada detalle de su exitosa empresa. Así como eligió a Jaime Munguía, Edgar Berlanga, Jermell Charlo, etcétera, también señaló a William Scull para ganar otra bolsa, la pelea, y acercarse al objetivo, sus primeros mil millones de dólares.Con ese historial, el público de "Canelo", y en general, no tenía duda que presenciaría el sábado en Riad, Arabia Saudita, la misma película que ha estelarizado Saúl en casi toda su trayectoria como campeón mundial. Sin embargo, sí hubo sorpresa, pareció que el boxeador cubano no estudió el guión, o de plano no lo entendió porque estaba escrito en idioma árabe, por lo que tuvo que improvisar, una puesta en escena pobre, de bostezo, para el abucheo, pero es lo que hay en el elenco global.Con la impresionante inversión del promotor Turki Alalshikh, Presidente del Consejo de Administración de la Autoridad General de Entretenimiento del Reino de Arabia Saudita, "Canelo" y Scull, mínimo debieron ensayar un par de horas antes la actuación, y así en el ring animar a los aficionados. El mexicano ganó 80 millones de dólares. El antillano 9 millones de dólares. Parece una tomadura de pelo a Alalshikh.El 12 de septiembre "Canelo" enfrenta a Terence Crawford en el Allegiant Stadium de Las Vegas, el pronóstico, será la misma sinopsis de los encuentros del boxeador tapatío como campeón del mundo. Así ha sido el boxeo en este siglo, de las grandes bolsas, así lo compra el público que cree que le presentan lo mejor de lo mejor.El flamante representante comercial de "Canelo", Richard Schaefer, trabajó con Oscar de la Hoya para su empresa Golden Boy Promotions. En Match, columna publicada en EL INFORMADOR el 28 de septiembre de 2014, el experto en boxeo, el yucateco Rafael la "Cobra" Mendoza, confió que, "De la Hoya, después de recuperarse de sus problemas de adicción, se entera que está a punto de perder su empresa Golden Boy Promotions, la que dejó en manos de Richard Sheaffer, quien lo manipuló todo el tiempo que pudo, y cuando llegó al climax, le envió un legajo de hojas a Oscar de la Hoya, al centro en el que se rehabilitaba, en los cuales debía firmar para vender su compañía por cien millones de dólares.De la Hoya, en algún momento reaccionó, debió preguntarse por qué le enviaba Sheafer esos papeles cuando estaba en rehabilitación; le salió la casta para no vender, regresó a Golden Boy Promotions y no vendió. Sheafer, gerente general de Golden Boy Promotions, al ver que De la Hoya no aceptaba los planes, optó por renunciar.Quienes querían comprar Golden Boy Promotions eran Stephen Espinoza, texano, que fue a trabajar a Showtime, y quien hizo un negocio con Sheaffer, a quien le daba prioridad en todas sus peleas, y Al Haymon. Pero fracasan, porque De la Hoya no aceptó.Las versiones sobre una supuesta manipulación de finanzas y arreglos de combates por parte del director ejecutivo de Golden Boy Promotions, Richard Schaefer en ausencia del presidente Oscar de la Hoya, continúan aflorando, aunque ninguna de las partes ha clarificado o ha dado una versión oficial de los hechos. Lo cierto del caso es que la empresa propiedad del ex campeón mundial, es alegadamente investigada desde hace una semana por el Buró Federal de Investigaciones (FBI). Match, columna publicada en EL INFORMADOR el 28 de marzo de 2014.“Richard Schaefer, no sabe de boxeo, pero los negocios, que ellos (tienen) solamente lo que produce (les interesa), la trascendencia no les importa": Rafael "La Cobra" Mendoza... Y por ahí estaré atisbando.