Tanto los hijos de Martha Sahagún y sus corruptelas, así como la ex primera dama Angélica Rivera con su Casa Blanca, han quedado como ingenuos aprendices de bergantes frente a la habilidosa Carolyn Adams, nuera del Presidente Andrés Manuel López Obrador, quien se dio a conocer de manera profusa en México y más allá de nuestras fronteras a propósito de la investigación de La Casa Gris que tanto ha dado de qué hablar desde enero pasado cuando se ventiló la inexplicable y repentina riqueza del hijo mayor de AMLO y los lujos y privilegios que goza junto a su flamante esposa, quien ahora se ha catapultado prácticamente como la dueña de México, sin exagerar.“Parece que la señora tiene dinero”, fue lo único que alcanzó a esbozar en su conferencia mañanera el Presidente López Obrador, días después de que el periodista Carlos Loret de Mola presentara el reportaje de La Casa Gris el pasado 28 de enero, en el portal Latinus.Con dicha publicación quedó al descubierto que José Ramón López Beltrán y su pareja, vivieron en 2019 en Houston, Texas, en una propiedad de un ejecutivo de Baker Hughes, empresa que ese mismo año recibió un contrato de Petróleos Mexicanos (Pemex) y con la que tiene contratos vigentes por cientos sino es que miles de millones de dólares. También se reveló que tras vivir en la mansión del directivo de Baker Hughes, López Beltrán se mudó a una residencia nueva en el condado de Harris, que está a nombre de su pareja, Carolyn Adams.Así, además del posible conflicto de intereses, el reportaje mostró la vida opulenta del primogénito de López Obrador que contraviene la narrativa de austeridad y de vida sencilla sin ostentaciones que predica su padre.Ese 31 de enero, durante su conferencia, el mandatario no negó la información, pero salió en defensa de su hijo minimizando la importancia del reportaje.“En el asunto del matrimonio pues ahí está complicado meterse, ellos se casaron y al parecer la señora tiene dinero, pero no tiene nada que ver con el Gobierno”, sostuvo el mandatario tabasqueño.Al siguiente domingo, José Ramón emitió un comunicado negando que tuviese un conflicto de interés por haber vivido en Houston, Texas, en la casa de un ejecutivo de Baker Hughes, contratista del Gobierno.“Soy un ciudadano privado, y no tengo injerencia alguna en el Gobierno de México. Mis ingresos provienen al cien por ciento de mi trabajo en Houston. No hubo, ni habrá conflicto de interés. Les pido respeten mi vida privada y la de mi familia”, pidió.Pero al responder desató otro escándalo de presunto conflicto de interés por revelar que desde 2020 trabaja como abogado para KEI Partners, despacho de hijos de Daniel Chávez, un empresario que asesora a López Obrador en su megaproyecto del Tren Maya.Desde entonces, la escalada en contra del primogénito del Presidente no ha parado en la exigencia de que muestre si cuenta con la licencia que le permite ejercer en Estados Unidos, sus ingresos y el origen de su riqueza.No hace falta decir que este escándalo es hasta ahora lo más difícil que le ha tocado sortear a López Obrador en los más de tres años en el poder. Pero el tema promete todavía dar mucho de qué hablar, siendo que en la presente semana se dio un adelanto del contenido de un libro que será puesto en circulación la próxima semana.El libro La Casa Gris aporta nuevos hallazgos en torno a la investigación publicada en enero de 2022. En él se revelan los entretelones de la investigación, detalles de los delatores de Palacio Nacional, la reacción en la Presidencia tras la publicación de la casa en Houston y los vínculos empresariales en juego en esta trama.Ademas, se detalla todo sobre la nuera, su empresa, su socio y los negocios con Baker Hughes. Según la publicación, Carolyn Adams, nuera del Presidente de México, es accionista mayoritaria en CA Twelve SA de CV, una empresa que tiene como objetivo principal representar a compañías y a empresarios en negocios de todo tipo en México, ya sea como agente, comisionista o intermediaria.Para crear CA Twelve, Carolyn se asoció con el empresario mexicano Eduardo Joel Arratia Vingardi, un antiguo contratista de Pemex, quien tiene alianzas con proveedores de la refinería Dos Bocas, una de las obras emblema del Presidente López Obrador, y que ha trabajado con compañías multinacionales de servicios petroleros, entre ellas Baker Hughes.CA Twelve, lleva en su nombre las iniciales de Carolyn Adams, y fue inscrita en el Registro Mercantil de la Ciudad de México con 11 objetos sociales, que le permiten realizar prácticamente todo tipo de negocios, como participar como socia o inversionista en toda clase de empresas; celebrar convenios o contratos; operar franquicias, dar servicios de consultoría, realizar tareas de comercialización, explotar marcas y licencias; así como adquirir, vender o arrendar oficinas, edificios, fábricas, plantas industriales y bodegas.Además, CA Twelve -y por tanto la nuera del Presidente- tiene la facultad de “representar a toda clase de personas físicas o morales, nacionales o extranjeras”, tanto en México como fuera del país, en calidad de “agente, comisionista, contratista, intermediario, factor, representante legal, mandatario, o apoderado”.Es decir que la señora Carolyn, a quien en un momento se le señaló de “trepadora” por haberse fijado en el hijo de un Presidente que, hasta hace poco no sabía a qué se iba a dedicar, que no es agraciado físicamente y que se le conoce de holgazán, ha dejado constancia de que ella sí tiene muy claros sus objetivos y sus alcances como familiar del Presidente de México. Su nueva empresa le permite intervenir en toda clase de asuntos tratándose de negocios, gestorías, contratos, y todo lo que se le antoje, con el aderezo de que no tendrá competencia porque en la era lopezobradorista los contratos se entregan por adjudicación directa.Así pues, México es la mina de oro que buscaba la mañosa Carolyn, quien tiene la llave para ir por el oro, la plata y los millones de dólares.Y pensar que a La Gaviota la crucificaron por su Casita Blanca de tres pesos.opinión.salcosga@hotmail.com