Un desarrollador inmobiliario me hizo una confesión involuntaria.Cuando le pregunté si había mucha corrupción en obras públicas, me dijo que eso no era un problema.–La oposición vecinal, eso sí es un dolor de cabeza, admitió.Nada les aterra más que una resistencia vecinal fuerte y organizada contra una obra.(Ojo: no todos los desarrollos inmobiliarios son malos, pero tampoco todos son buenos).¿Cuáles son las claves de una acción vecinal exitosa? Encontré una respuesta en la literatura académica. En concreto, en el estudio “La gentrificación del centro de Guadalajara: proyectos, conflictos y resistencias”.En la ciudad hay dos ejemplos de organización de vecinos contra la gentrificación, ambos liderados por mujeres.Doña Paty, en la Colonia El Retiro de Guadalajara, lideró la oposición de vecinos que frenaron la construcción de la Villa Panamericana en el Centro de Guadalajara.Doña Mago, en el barrio de Mexicaltzingo, encabezó la resistencia contra un estacionamiento subterráneo y recuperó un jardín público –autoconstruido– para la comunidad.¿Cuál es la receta para una resistencia vecinal exitosa? El estudio indica que hay tres condiciones:1. Los habitantes poseen un sentido de pertenencia y arraigo al lugar.2. Los vecinos ven una amenaza real a su forma de vida o de sus actividades económicas.3. Existe un liderazgo fuerte y comprometido que asume gran parte de los compromisos y responsabilidades de la lucha.Sobre esta base, las organizaciones vecinales utilizan otras estrategias:Conforman una asociación civil para defenderse por la vía jurídica de las acciones de gobierno.Establecen alianzas y recurren a expertos en historia, urbanismo y cuestiones hídricas para rebatir con elementos técnicos el discurso gubernamental.Colocan mantas en calles y avenidas de los barrios para hacer visible el problema, lo que a su vez se convierte en una imagen mediática.Realizan ruedas de prensa y conceden entrevistas a medios tradicionales, y lo complementan con difusión en redes sociales.Realizan protestas y marchas.Todo esto implica tiempo, esfuerzo y, sí, dinero. Además de una conciencia política para sostener la lucha.Doña Paty ha señalado que la suspensión de la Villa Panamericana “no la ganamos por obra del espíritu santo”, sino porque “no pudieron con los nuestros”.La resistencia vecinal organizada funciona. Sólo que rara vez utilizamos ese superpoder.
