Jueves, 28 de Marzo 2024

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La raza mexicana

Por: Luis Ernesto Salomón

La raza mexicana

La raza mexicana

La raza es un concepto que se generalizó durante la época en que César Chávez luchó por los derechos de los inmigrantes mexicanos en Estados Unidos. Poco a poco se convirtió en un signo de identidad y orgullo latino. De hecho, ahora mismo la palabra misma desata un debate por considerar algunos que supone en sí misma una idea de cerrazón y es discriminatoria de otras etnias. Puede ser, incluso el mismo Chávez así lo dijo alguna vez.

Pero hay otras formas de entender a la raza como por ejemplo un movimiento de resistencia contra la discriminación, como una acción de unidad. También puede entenderse como una clara resistencia a la asimilación a la forma de vida y la cultura norteamericana. Como una lucha por mantener la cultura y la identidad  en un entorno social hostil. Por eso cabe preguntarnos si hay una raza mexicana, o si los mexicanos somos una raza, o si la idea de la raza en California incluye a todos los mexicanos.

Lo primero que se puede decir al respecto es que la idea de la raza surge a partir de la migración mexicana. Un hecho social de la mayor importancia para las dos naciones involucradas en él. México es en sí mismo multirracial, pero con una fuerte identidad cultural que se expresa en símbolos que identifican una tipología nacionalista a la manera del Ulises Criollo de Vasconcelos.

Los prejuicios raciales en Estados Unidos están muy lejos de ser eliminados, la discriminación es un hecho cotidiano y especialmente en contra de los mexicanos. La identidad de la raza entre los emigrantes es simbólica y defensiva. Hoy día esa raza chicana se expresa en el Grito de Independencia al unísono de quienes vivimos por acá, pero tiene el mérito no reconocido plenamente, de hacerlo en condiciones desventajosas que significa ser emigrante, y sobre todo si no se cuenta con la estancia legal. Para muchos el grito es un desahogo ante la injusticia.

Las agresiones a los mexicanos en Estados Unidos son bofetadas a México. La reacción del movimiento chicano surgido en California y sus secuelas son una muestra de la inconformidad contenida de los nuestros ante un hecho que se ha vuelto en los últimos años más lacerante: la fuerza de un sentimiento antimexicano que se expande desde la Arizona de Arpaio hasta Nueva York donde vivió Ayn Rayn y escribió para inspirar al Tea Party con sus novelas.

Más allá de entender plenamente el significado social de la raza como etnia mexicana, con lo que se puede estar o no de acuerdo, el hecho de que existan voces significativas que se levanten en contra de las agresiones es, en sí mismo, positivo. Porque el sentimiento de unidad crece ante los casos de sufrimiento que lamentablemente se multiplican desde los centros de detención de menores hasta los centros de trabajo alejados de todo en donde laboran los paisanos.

El día que celebramos a México debemos un grito de viva en favor de la raza, en favor de los paisanos, en favor de la conciencia que debemos hacer crecer entre todos, para asumir que al fin de cuentas todos somos migrantes. Todos somos la raza y todos nos debemos plantar unidos en defensa de la dignidad y los derechos de cada uno, independientemente de donde estemos, de lo que pensemos o lo que creamos. Esperar a que se asignen cuotas en acciones afirmativas es un camino lento y poco productivo. Luchar para que se abran las puertas de la igualdad es el camino. Por eso hoy que Viva México y que Viva la Raza.

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