“Les pido que me den un mes y medio más y en mes y medio voy a tener completamente pacificado Teocaltiche”, soltó este miércoles el gobernador Pablo Lemus cuando se le preguntó sobre la añeja crisis de inseguridad y violencia que padecen los pobladores de aquel municipio de la Región Altos Norte de Jalisco.No solo eso. Para persuadir de la factibilidad de cumplimiento de su compromiso, puso de ejemplo al vecino y también altamente conflictivo municipio de Encarnación de Díaz, en donde han tenido semanas de tensa calma, pero en la que sus pobladores también han padecido por años el terror provocado por los grupos delincuenciales que se disputan el control de esta zona, enclavada en un punto logístico estratégico del territorio nacional. Lemus, pues, considera pacificada “La Chona”.El mandatario estatal descartó, además, que existan grupos de autodefensa en Teocaltiche, descalificando así al movimiento Teocaltiche por Nuestra Gente, que el miércoles de la semana pasada, dos días después del asesinato del comisario de la Policía de ese municipio, Ramón Grande Moncada, convocó a una rueda de prensa frente al Palacio Municipal para dar a conocer la creación de “Las Autodefensas de los Altos de Jalisco”.Finalmente, ni la conferencia de prensa ni ese anuncio se dio, porque según voceros de ese movimiento, policías estatales rodearon la plaza principal e impidieron que pudieran hacerlo, denunciaron en entrevistas en medios nacionales la mañana del jueves de Semana Santa.La beligerancia de este grupo creció desde que el domingo 30 de marzo asesinaron en su domicilio a Juan Pablo Diego Alonzo, integrante de este movimiento y quien había encabezado hace un mes una protesta en la Ciudad de México a las afueras de la Secretaría de Gobernación, para pedir la salida de Teocaltiche de la Policía Estatal.El Gobierno del Estado, sin embargo, como negó la existencia de grupos de autodefensa también puso en entredicho que ese homicidio haya tenido que ver con su activismo, por achacarle presuntos antecedentes penales por su supuesta participación en delitos de robo de combustible.La promesa Teocaltiche de Lemus viene, pues, en medio de esta polarización en aquella comunidad, luego de que ese municipio ha sido, en los últimos años, escenario constante de enfrentamientos entre el cártel Nueva Generación y el cártel de Sinaloa, que ha provocado incluso el desplazamiento de población y abandono de comunidades enteras, y que en este año está convertido en la población donde más han matado policías, con siete y cuatro desaparecidos.Por eso dudo mucho que Lemus pueda cumplir su promesa. Hacerlo sería un gran campanazo que nos permitiría recobrar la esperanza casi pérdida de que en México se pueden recuperar, en el corto plazo, territorios que el narco tiene controlados hace años.
