Sábado, 11 de Octubre 2025

LO ÚLTIMO DE Ideas

Ideas |

La marcha de la ciudad

Por: Juan Palomar

La marcha de la ciudad

La marcha de la ciudad

Las ciudades, para serlo en toda la extensión de la palabra, requieren una labor cotidiana y sostenida. Alrededor de todo el contexto físico de la urbe se entretejen múltiples esfuerzos, rutinas de servicios que deben seguir su curso. A lo largo de las generaciones, estas labores conforman la estructura, muchas veces invisible, del devenir citadino.

Cuidar de la seguridad, atender calles y plazas, parques y jardines; disponer de ingentes cantidades de desechos sólidos, asegurar el abasto de agua potable, el correcto funcionamiento del drenaje. Estos son solamente algunos de los requerimientos para sostener la vida urbana. Son tareas que las instancias municipales o estatales están encargadas de  cumplir.

Sin embargo existe un elemento central para la vida de la ciudad: el grado de compromiso y conciencia de cada habitante, condición ésta para el ejercicio pleno de su ciudadanía. Desde muy temprano en la enseñanza de todos los niños es necesario que aborden y avancen en el entendimiento de que la vasta realidad que los rodea requiere de múltiples factores, de muy variados esfuerzos. Así, gradualmente, los entornos urbanos no serán para ellos simplemente una acumulación de construcciones, calles y espacios públicos. Podrán comprender que atrás de todo eso existe una voluntad colectiva para darle vida a todos esos entornos.

Exactamente, el grado de involucramiento de la población en la construcción de la vida comunitaria marca la posibilidad de un desarrollo satisfactorio de la urbe. Y demasiadas veces los pobladores están ajenos a las causas y los factores que determinan la marcha de la ciudad.

Resulta por lo tanto esencial que, desde la infancia, los futuros ciudadanos vayan adquiriendo los conocimientos que hagan posible su futura y plena ciudadanía. Muy aconsejable sería entonces la experiencia de primera mano, integrada en los métodos escolares, de cómo funciona la urbe. Entender los diversos servicios públicos, sus características generales, la importancia de cada uno de ellos.

Por otro lado, existe una condición plenamente integrada a los conocimientos anteriores: la de conocer también la historia de la ciudad, sus patrimonios y devenires. Tener también una adecuada representación de la geografía en donde se enclava la urbe, los grandes elementos naturales que determinan su condición. Es a partir de esta consideración general de la mancha urbana inscrita en un territorio determinado desde donde es posible la comprensión de la ciudad.

La marcha de la ciudad, entre tantos factores, cuenta con uno central: la conciencia de sus habitantes acerca de su indispensable participación en su devenir cotidiano.

jpalomar@informador.com.mx 

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones