Martes, 21 de Mayo 2024

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Fuentes, pilas y acequias

Por: Leopoldo Fernández Font*

Fuentes, pilas y acequias

Fuentes, pilas y acequias

Fuente; palabra latina con múltiples significados, según la Real Academia Española en su Diccionario, algunos de estos se refieren específicamente a las fuentes de agua y otros a diferentes temas que aparentemente no tienen relación.

Veamos algunas definiciones de la Real Academia Española:

“Manantial de agua que brota de la tierra”.

“Aparato o artificio con que se hace salir el agua en los jardines y en  las casas, calles o plazas”. “Obra de arquitectura hecha de fábrica, piedra, hierro, etc., que sirve  para que salga el agua por uno o muchos caños dispuestos en ella”.

Pero también se usa para nombrar: 

“El Principio, fundamento u origen de algo.”

“A la  Persona o entidad que proporciona información”.

Y por último:

“Al conjunto de signos gráficos (letras y números) de un tipo y forma, de un  tamaño determinado”.

En mi opinión me parece que hay un hilo de conexión entre todos estos conceptos, la palabra fuente se refiere al principio vital, al origen y a la posibilidad de la existencia de algo, de la vida misma; sin fuentes no hay agua, y sin agua no hay poesía, ni vida, ni elementos de identidad urbana, una ciudad sin fuentes no puede regar sus raíces para que crezcan y fortifiquen su identidad.

No en balde Guadalajara cambió el sitio de su fundación cuatro veces, por la falta de agua, entre otros motivos.

“AGUA PARA GUADALAJARA”. Portada del libro de Fernando Martínez Reding, (Edición del Patronato de los servicios de agua y alcantarillado de Guadalajara). Foto: Marcelino Araiza Calvillo

El arquitecto Luis Barragán en su discurso para recibir el premio Pritzker, dijo: —“Una fuente nos trae paz, alegría y apacible sensualidad.

Las fuentes son alegres y serenas. Cuando además podemos calificarlas de embrujadas, son perfectas”.

Y continuó diciendo.

“Me vienen a la memoria fuentes maravillosas, las fuentes de mi niñez; los derramaderos de agua en los sobrantes de las presa, los acueductos que vienen de lejos a caer en un estanque”.

Las fuentes urbanas, las que se encuentran en plazas y jardines son además de todo lo anterior, elementos de identidad de una ciudad, elementos fundamentales para el ciudadano, lo identifican con su barrio y se convierten en lugar de encuentro y con estas funciones dejan de ser simples cajas de agua convirtiéndose en elementos escultóricos.

Las fuentes públicas, en la antigüedad, cumplían su función al ser el elemento final del acueducto, la caja de agua, donde, en algunas ocasiones, el pueblo podía lavar su ropa y socializar entre vecinos, tomar agua para su uso doméstico y frecuentemente bebederos de las bestias de carga.

Para hacer llegar esta agua a las casas y edificios públicos, los aguadores llenaban sus tinajas o botes, dos botes de 20 litros cada uno, colgados de un garrote que apoyado en el hombro del aguador servían para transportar el agua de la fuente al hogar, su destino final.

Más de alguna vez, las fuentes fueron causa de diversas epidemias que se dispersaron por agua contaminada con bacterias, causando grandes mortandades.

Algunas fuentes han logrado su reconocimiento y lugar en la historia como la Fontana de Trevi, en Roma, famosa por algunas películas que la usaron como escenario.

La Fuente de los Leones en el patio del mismo nombre en la Alhambra en Granada, España, la fuente del Niño que orina, en Bruselas, famosa por ser un lugar obligado a visitar para el turismo y en nuestra ciudad tenemos en el Andador Morelos la fuente de los niños juguetones.

Desde luego que las fuentes de los proyectos del arquitecto Luis Barragán cumplen totalmente con su declaración sobre el agua y las fuentes.

Las fuentes de la Plaza de la Liberación, espléndidas en proporciones y ubicación, proyecto del arquitecto Ignacio Díaz Morales.

La fuente de la Hermana Agua en la Colonia Chapalita, del arquitecto Fernando González Gortazar, desgraciadamente mal conservada y frecuentemente sin el funcionamiento de todos sus caudales.

Y por último, cito las fuentes de la avenida Chapultepec del arquitecto Julio de la Peña.

Son algunos ejemplos de fuentes que en la vida cotidiana nos traen frescura y alegría a la ciudad.

*El arquitecto Leopoldo Fernández Font es Académico Emérito de la Academia Nacional de Arquitectura y miembro del C.T.C. (Consejo Técnico Ciudadano).

Tapatío

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