Al conmemorar 215 años, desde el inicio de la gesta de la Independencia, se antoja difícil, al analizar la problemática diaria, encontrar temas o pretextos para celebrar las Fiestas Patrias de México. La constante polarización política, la persistente violencia y las pruebas recientes de que quienes prometieron ser diferentes son iguales a los de antes, restan pretextos para el festejo, cuando menos desde la perspectiva del ejercicio de gobierno.Lo mismo puede decirse en el Norte que en el Centro o el Sureste del país, pero ya que somos vecinos del Estado de Jalisco, vale la pena preguntarnos desde qué perspectiva festejamos a la Patria en el Estado.Entre los discursos grandilocuentes de autoridades, de pronto el ánimo se inclina por no creer lo que nos dicen, pero ciertamente las diferencias entre la narrativa popular y la de gobierno son profundas.Aquí, una lista de temas que sí ameritan el festejo de lo que tenemos, aunque siempre se podría mejorar.A diferencia de lo que pasa en Sinaloa o en Michoacán o en Veracruz, en Jalisco no se cancelan festejos patrios en ninguna plaza pública por razones de inseguridad. En esos espacios se teme la presencia y el ataque del crimen organizado. Aquí, aunque se sabe (porque no somos ingenuos) que quienes forman parte de la delincuencia, siguen presentes, todavía se mantiene el control del espacio social.Se insiste en que Jalisco es el Estado con el mayor número de desaparecidos en México, y sin embargo, a pesar de esa tremenda carga, mantenemos todavía la dinámica social de desarrollo y crecimiento.Si los problemas de inseguridad y de violencia son tan evidentes como lo muestran las estadísticas, también es real que la estructura de las corporaciones policíacas le permiten a las ciudades jaliscienses mantener cierta normalidad, como para no llegar a los extremos que se están viviendo en otros puntos del país. Ese es un valor para defender y resguardar.Sí, como pasa en otras partes de la República, también hay desabasto de medicamentos y fallas en la infraestructura básica como en las carreteras.Pero a pesar de estos obstáculos de desarrollo, lo que se puede rescatar es que el Estado ha hecho el esfuerzo por mantener su autonomía, administrar sus recursos y resistir los intentos del gobierno federal, que pretende concentrarlo todo desde el centro en un proyecto que minimiza a los jaliscienses en su histórico esfuerzo por promover el federalismo y la visión desde lo local.Es más, podría decirse que en ese esfuerzo que ha hecho Jalisco desde que se erigió como Estado libre y soberano (igual que lo han hecho otras Entidades de la república), se ha construido la identidad mexicana. Es fácil presumirlo, pero no en todas partes puede darse a conocer al mundo que varios de los elementos culturales de la mexicanidad son de origen jalisciense, pasando por lo que tiene que ver con la música, las tradiciones, la vestimenta e incluso, la cocina.Puede afirmarse entonces que celebrar la cultura local, defender las tradiciones que se han construido en la comunidad, es celebrar a la Patria y para eso, Jalisco se pinta solo.En el ¡Viva México!, va implícito el ¡Viva Jalisco!