Una nueva discusión pública quedó instalada ayer lunes, durante la rueda de prensa mañanera de la Presidenta Claudia Sheinbaum. Para ella, la primera elección del Poder Judicial celebrada el 1 de junio fue “un éxito total”, a pesar de que solo votaron (datos ofrecidos por el Instituto Nacional Electoral) alrededor de 13% de los posibles votantes. En cambio, para quienes han sido críticos con este proyecto, incluida la reforma al Poder Judicial, estamos ante un fracaso. Sobran aspectos para observar en este proceso, y uno de ellos nos lleva a cuestionar: ¿Por qué no votó el gobernador del Estado?Pablo Lemus Navarro, igual que los alcaldes metropolitanos surgidos de Movimiento Ciudadano (MC), no votó el domingo. Como cualquier otro ciudadano, sencillamente ejerció su derecho de no participar, pero llama la atención que el mandatario se haya abstenido de sufragar en el contexto de un acuerdo (no escrito) de entendimiento y acompañamiento constante a las iniciativas y actividades presidenciales.Hubo razones específicas para no participar de esta elección.La primera, naturalmente, tiene que ver con la naturaleza de la inédita elección judicial: se trató de un proyecto del régimen de la “cuarta transformación”. Desde que se aprobó la reforma al Poder Judicial y durante el atropellado proceso de la elección, Morena y los partidos que están en su alianza (Partido Verde y Partido del Trabajo), prescindieron siempre de la oposición. Nunca aceptaron negociar, conciliar o sumar, en un proyecto que afectará a todo el país durante muchos años.Eso convirtió a la elección judicial en el proyecto del régimen, no en el resultado de un mandato ciudadano, como han afirmado.Otra razón elemental es que, de haber votado, el gobernador Pablo Lemus habría quedado comprometido, pues al aceptar las reglas de esta elección no tendría justificación ideológica para empujar una reforma judicial en Jalisco que establezca otras reglas para renovar el Poder Judicial del Estado.Cuestionada o no, la reforma al Poder Judicial ya está plasmada en la Constitución del país. Como miembro del pacto federal, el Estado de Jalisco debe adaptar su Constitución a la Carta Magna. En otras palabras, aquí también debe haber elección por vía de las urnas para integrar los juzgados y el Supremo Tribunal de Justicia, además de que se eliminará el Consejo de la Judicatura para establecer un tribunal que sancione a los trabajadores judiciales.Sin embargo, la gran diferencia es que el Congreso local puede aprobar reglas diferentes para cumplir con esas obligaciones. Para elegir a nuestros jueces y magistrados, los jaliscienses podemos darnos mejores mecanismos de elección de candidatos y candidatas; podemos mejorar las campañas y permitirnos mayor conocimiento de quiénes son los aspirantes; podemos también garantizar que a los cargos judiciales lleguen personas aptas y no solo las que tengan mejores relaciones políticas.Habrá quienes desaprueben la ausencia de autoridades como el gobernador en la elección judicial del domingo, pero el reto más importante en la materia para Jalisco es afrontar ahora la reforma judicial en el entendido de que no deben repetirse los mismos errores que se cometieron en la elección federal.