Miércoles, 24 de Abril 2024

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El video porno de la diputada

Por: Vania de Dios

El video porno de la diputada

El video porno de la diputada

Cada vez se vuelve más frágil la línea que divide lo público de lo privado en las redes sociales. Hay desde quienes comparten sin ton ni son todo lo que hacen o piensan, hasta quienes comentan, agreden o idolatran a personas que en su vida han visto, pero que creen conocer porque la siguen en redes sociales. 

Enterarse de lo que sucede en la vida privada de figuras públicas (como artistas, atletas, celebridades o personajes de la política) suele ser alimento fresco para el morbo y la curiosidad. Y en la anarquía de las redes sociales cada quien publica lo que le viene en gana, con o sin estrategia u objetivos claros o justificación, a veces sólo porque sí… como sucedió con el video porno que compartió el pasado 1 de octubre, en su cuenta de Twitter la diputada transgénero María Clemente García, donde se le ve haciendo una felación.

A diferencia de los llamados “influencers” y personajes de la farándula, que capitalizan o monetizan sus redes sociales con cada publicación, en el mundo de la política la comunicación forma parte del ejercicio del poder. Saberse comunicar permite, entre muchas otras cosas, que quienes ocupan cargos públicos puedan plantear propuestas, debatir asuntos, sumar esfuerzos a favor de alguna causa, posicionar temas y, claro, también darse a conocer. 

El video porno y otras publicaciones de la legisladora, fotografías en lencería y otros mensajes explícitos, han desatado severas críticas y muy serios cuestionamientos. Además de entrometerse en lo que hace con su vida privada, a la cual ella abrió la puerta, la atención también se ha centrado en torno a su investidura como funcionaria pública.

La legisladora, cuyo sueldo como diputada es de 74 mil pesos mensuales, ha señalado que también se dedica a la pornografía y la prostitución, y que siempre se ha dedicado a eso. “Mi oficio es ser puta y tengo derecho a ser puta”, se defendió. Sin embargo, ella ostenta un cargo público y la polémica va más allá de lo que hace con su cuerpo (cualquier crítica a su identidad o trabajo sexual sería discriminatorio y vil). Se trata de su comunicación pública, al compartir pornografía, que en nada abona a resolver los graves problemas por los que atraviesa el país.

Hay que reconocer que María Clemente García junto con Salma Liébano, ambas de Morena, son las primeras diputadas transexuales en la historia del Congreso de México. Por lo mismo, su llegada al Poder Legislativo del país significa una oportunidad de oro para trabajar a favor de la misma comunidad trans y el respeto a los derechos humanos, abordar temas relevantes acerca del trabajo sexual y también sus implicaciones, como la trata de personas y la migración. La lista de lo que puede hacerse para mejorar la vida de muchas personas inmersas en estos temas y a favor de la construcción social es larguísima. Ojalá así suceda más allá de publicaciones escandalosas y polémicas.

A raíz del incidente, en los últimos días, la diputada federal también ha tratado de visibilizar parte de su trabajo legislativo; aprovechar para ello las redes sociales abona a la construcción de opinión pública, pero además a la rendición de cuentas. Y eso también es parte de la comunicación pública de las y los políticos.

Banalizar la política escudándonos en la libertad individual es un camino riesgoso para la construcción de nuestro país. Ya quedará en el aire saber ¿qué buscaba la diputada al publicar ese video? ¿Qué quería realmente comunicar? 

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