Martes, 10 de Diciembre 2024

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El amor maduro: ¿cómo llegar a las bodas de oro?

Por: Guillermo Dellamary

El amor maduro: ¿cómo llegar a las bodas de oro?

El amor maduro: ¿cómo llegar a las bodas de oro?

Es el que perdura en la pareja al pasar los años y ha dado testimonio de estar presente en las buenas y en las malas.

Hace algunos días tuve la grata experiencia de asistir a la ceremonia y festejo de los 50 años de la vida matrimonial de dos personas muy apreciadas en la sociedad.

Desde luego que la pregunta flotaba en el ambiente, de cuál es el secreto para llegar a cumplirlos. A continuación unas reflexiones que nos puedan dar una luz para comprender las virtudes y valores que se cultivan en una relación para lograr las bodas de oro:

-Por encima de todo está que poseen una clara y concreta vida espiritual basada en una asidua religiosidad. Está vivo y presente el amor a Dios en la oración y los sacramentos. Por la misma inspiración han existido en la vida diaria la gracia para vivir en el bien mutuo y el perdón, en el caso de equivocarse.

-Los valores son indispensables para sobreponerse a las enormes dificultades y fatiga que pueden surgir a lo largo de tantos años de convivencia. Destacan la tolerancia, la confianza, el respeto, la perseverancia, la humildad, la resiliencia y el sacrificio, entre muchos otros más. Herramientas muy útiles que se necesitan practicar y aplicar con eficacia, a lo largo de la vida. Para eso son.

-Enfocarse positivamente en los hijos y en los nietos y así construir y edificar una verdadera familia. Claro está que ninguna es perfecta, pero al menos aspirar a que así lo sea. Estar al pendiente de ellos es no depender ni sobreproteger.

-Ambos tener ocupaciones productivas de cualquier tipo, y no dejar que la ociosidad o el exceso de trabajo le resten armonía y tiempo a la convivencia. Parte de ayudarse, puede ser el colaborar directamente en el trabajo de ambos.

-Puede ser que uno sea más dominante, e incluso llegue a fastidiar y afectar la privacidad del otro. Sin embargo para pelear y hacerse daño se necesita que los dos se pongan en ese plan. Basta con que uno se controle, y en momentos hasta se sacrifique, para que la relación se salve de muchos momentos desagradables y dañinos.

-El sabor de la reconciliación y del empeño por continuar, es mucho más fuerte que la sensación de resolver los problemas con el divorcio.

-Acuden a especialistas para resolver sus múltiples problemas y no se quedan con los brazos cruzados.

-Se dan su espacio, para que cada quien cultive y continúe con sus fervientes amistades.

Son sólo algunas, hay mucho más.

Felicitaciones y reconocimiento a las parejas que los llegan a cumplir.

Tapatío

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