Mientras que, en Fresno, California (Estados Unidos), durante el fin de semana del 4 de julio se decomisaron 10 kilos de carfentanilo -según anunció el martes la Fiscal General de los Estados Unidos, Pamela Bondi-, ayer en Washington el presidente Donald Trump firmó la Ley contra el Tráfico de Fentanilo, señalando que la nueva legislación representa “otra derrota a los salvajes contrabandistas de droga, a los criminales y a los carteles”. Sin embargo, da la impresión de que la batalla en contra de las drogas se está perdiendo.Y es que mientras que se implementan nuevas regulaciones y sanciones en contra de quienes distribuyen el fentanilo, la delincuencia organizada “da un paso adelante” con otro producto en su “menú de oferta”. El carfentanilo -según Get Smart About Drugs- es una sustancia en polvo blanco que se parece a la cocaína o heroína; es 10 mil veces más potente que la morfina y 100 veces más fuerte que el fentanilo; se utiliza para tranquilizar elefantes y otros mamíferos grandes; es tan potente que es una amenaza para socorristas o personal médico que lo toca por accidente y las personas pueden tener una sobredosis muy rápidamente.Pero, en el contexto de la firma de la nueva ley el presidente Trump volvió a arremeter en contra de México -“y vuelve la burra al trigo”- asegurando que “los carteles tienen un control muy fuerte” sobre el país y sus políticos, así como de muchos de sus funcionarios. Advirtió que “tenemos que hacer algo al respecto. No podemos dejar que eso ocurra” y aseveró que “las autoridades mexicanas están petrificadas de presentarse a sus oficinas, de ir a trabajar porque los cárteles tienen un tremendo control”.Esta no es la primera vez que Trump hace este tipo de comentarios sobre el “control” de los narcotraficantes sobre algunos territorios en México. El 18 de febrero pasado -a casi un mes de tomar posesión- dijo que México “está gobernado en gran parte por los cárteles del narcotráfico… si quisieran ayuda con eso, se las daríamos”. Y con ese comentario han venido una serie de pronunciamientos en el mismo sentido por parte de legisladores del Capitolio que han tensado las relaciones bilaterales.Así que, al “concierto” de presiones a nuestro país desde la Casa Blanca, empezando por los aranceles a las importaciones y pasando por los procesos judiciales de los “terroristas” en su poder que pueden desencadenar otro tipo de “turbulencias” en México, debemos de agregar los “elogios” de Trump sobre el “control” político y territorial de los delincuentes, que van a mantener muy ocupada agenda bilateral y aumentar la tensión de quien despacha en la oficina principal de Palacio Nacional. Usted, ¿qué opina?