Se multiplican los llamados a cerrar filas con la Presidenta Claudia Sheinbaum de cara a los abusos y malos tratos del Gobierno de Trump a los migrantes mexicanos. Y sí, más allá de por quién votamos y en qué creemos, hay cosas que están por encima de las ideologías y preferencias partidistas, y una de ellas es la solidaridad con quienes en este momento están siendo perseguidos por el hecho de ser mexicanos en un país extranjero. Cada país tiene derecho a decidir sus políticas de visita y nosotros, a decidir si ir o no a ese país. Sin embargo, violar las normas de migración de un país es una falta administrativa, no un crimen. Criminalizar la migración, como está haciendo el Gobierno de Trump, merece nuestro más amplio repudio.El mismo repudio merece el trato que están recibiendo los migrantes que son regresados a México a través de los puentes fronterizos. En la frontera de Nuevo Laredo, en Tamaulipas, los migrantes son regresados a pie de uno a otro lado de la frontera. De este lado, del lado que se supone los apoya y los protege, quien los espera es el crimen organizado. El mismo que les cobró por llevarlos del otro lado ahora ha encontrado la forma de hacer negocio con la nueva tragedia migrante. En cuanto los deportados ponen un pie en México, a la sombra del cartel de “Bienvenido paisano”, hay otro cartel que los extorsiona. De acuerdo con información de parientes de personas deportadas, el Cártel de Nuevo Laredo los detiene en cuanto ponen un pie en México. Inútil preguntar por las autoridades: o no existen o están coludidas con el cártel. El cobro es de tres mil dólares por poder continuar su viaje hasta su destino; de lo contrario, son llevados a una casa de seguridad hasta que los parientes depositen el total de lo demandado. Si alguien quiere regresar a Estados Unidos, el costo es de diez mil dólares.Gente seria y organizada como lo es el crimen en este país, el pago asegura que no volverán a ser extorsionados al menos hasta llegar a Monterrey, que es el límite de la influencia de este cártel. Cual cuicos de Periférico, los maleantes le dan al migrante una clave con la cual, en caso de volver a ser retenidos, queda probado que ya pagaron la extorsión.Lo mejor que podemos hacer por los migrantes no es alzar la voz. Eso hay que hacerlo en defensa de los derechos humanos aquí, allá y en cualquier otra parte del mundo donde se criminalice a una persona por su raza, color o por el simple hecho de buscar una oportunidad de vida. Lo mejor que podemos hacer por los migrantes mexicanos es que nadie tenga que salir de su país por pobreza, falta de oportunidades o inseguridad. La gran causa en la que hay que cerrar filas en este país es en el combate al crimen organizado.