Viernes, 29 de Marzo 2024
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Desata “La Tapatía” la nostalgia del priismo

Por: Jaime Barrera

Desata “La Tapatía” la nostalgia del priismo

Desata “La Tapatía” la nostalgia del priismo

La tuneladora “La Tapatía” emergió ayer del subsuelo de Guadalajara, luego de un retraso de más de un año por los sobresaltos, oposiciones y daños que encontró y provocó a su paso por las entrañas del Centro tapatío para hacer el túnel de cuatro kilómetros de la Línea 3 del Tren Ligero.

De mayo de 2016 que le dieron el banderazo de salida a “La Tapatía” 15 metros debajo de la desaparecida Glorieta de la Normal, a ayer que irrumpió en la Plaza de la Bandera, en la superficie política y social jalisciense, sus principales impulsores sufrieron tal vez más que la mole mecánica, peores sobresaltos por las constantes crisis que provocaron y tuvieron que enfrentar, en especial mientras perforaba el subsuelo de enero a la fecha.

Tal vez por ello el ánimo con que el gobernador Jorge Aristóteles Sandoval y su equipo vieron aparecer el taladro gigante ayer, fue mucho menos festivo que cuando, con la bendición del cardenal Francisco Robles, inició su tarea aquel 9 de mayo de 2016. Era cuando confiaban que esta obra por la que apostaron en su mejor momento político, hace nueve años que recién habían recuperado para el PRI la alcaldía de Guadalajara tras 15 años en manos del PAN, podría hacerlos recuperarse de la debacle electoral sufrida en julio de 2015 a manos del alfarismo.

Porque sin duda para Aristóteles su legado es la Línea 3, esa que le vendió a Enrique Peña Nieto al grado de hacerlo arrancar aquí su campaña con ese compromiso por delante, luego del largo episodio y debate que se dio hace siete años entre los alcaldes priistas, que encabezaba él mismo, y el entonces gobernador panista, Emilio González Márquez, por el tema del transporte público. Mientras de la Casa Jalisco insistían en que una segunda línea de Macrobús era la mejor opción para que pasara por el Centro, los cuatro alcaldes priistas hacían un frente común para oponerse a ese plan y apostar por la Línea 3 del Tren Ligero.

La emergencia de “La Tapatía” encontró, sin embargo, un ambiente enrarecido por la severa crisis de inseguridad y violencia que ha escalado desde principios de año y que nos ha crispado como sociedad por la desaparición y desintegración de los estudiantes del CAAV y los más crueles desafíos del narco que han cobrado la vida de las víctimas más inocentes, como el bebé Tadeo, cuyo padre nos desgarró ayer a todos con su dolor y lamento.

Por eso, la aparición de La Tapatía fue como un bálsamo en el momento más trágico del muy probable y cada vez más próximo adiós priista del poder en México y en Jalisco.

jbarrera4r@gmail.com

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