El mensaje y las dos fotografías difundidas en sus redes sociales por la presidenta Claudia Sheinbaum sobre la reunión que sostuvo ayer con el subsecretario de Estado estadounidense, Christopher Landau, hablan por sí solos. El escueto y obvio mensaje dice: “Nos reunimos en Palacio Nacional con Christopher Landau, subsecretario de Estado, para conversar sobre diversos temas de la relación México-Estados Unidos”. Y en ambas fotografías la expresión de la presidenta no es la cotidiana en ese tipo de reuniones, donde muestra una pequeña sonrisa o demuestra una posición más relajada, por el contrario, se muestra muy seria. Fue una reunión de “caras largas”.Y no es para menos, un día antes desde la misma Oficina Oval de la Casa Blanca —con el beneplácito de Donald Trump— la secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, había responsabilizado a Sheinbaum de instar a las violentas protestas en Los Ángeles. Seguramente que ante el subsecretario de Estado del país vecino Claudia tocó el tema para aclarar la mala interpretación que le dieron a su frase “nos vamos a movilizar”, cuando a finales del mes de mayo se refería supuestamente a la implementación de impuestos a las remesas de nuestros paisanos.Mientras que el mensaje por parte de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México sobre la conversación del funcionario estadounidense con el Canciller Juan Ramon de la Fuente, previa a su visita a Palacio Nacional, fue también muy parco: “En un ambiente cordial y respeto, dialogaron sobre diversos temas de la relación bilateral”. Sin embargo, la expresión en los rostros de los funcionarios —entre los que se encontraba el embajador Ronald Johnson— es muy afable y contrastante con las enviadas por la presidenta.Sheinbaum debe estar muy consciente de que su mensaje enviado a los connacionales en Estados Unidos de “nos vamos a movilizar”, fue interpretado en Washington en el sentido explícito de lo que días después explotó en las calles de Los Ángeles como protestas a las redadas del servicio de inmigración, y de ahí el señalamiento del gobierno estadounidense en voz de su secretaría de Seguridad Nacional.Hoy —más que nunca—, con el conflicto que ha provocado la implementación de los aranceles y las consecuencias que causará, los temores de que el tratado comercial vigente pueda ser alterado, la percepción al mensaje de la “movilización” recomendada, los desmanes en Los Ángeles —lo mismo que en varias ciudades de Estados Unidos—, con inconscientes paisanos que se manifiestan con la bandera tricolor en mano y las expresiones que vimos en el rostro de la presidenta, nos hablan muy claramente del momento que se vive en las relaciones bilaterales.Usted, ¿qué opina?daniel.rodriguez@dbhub.net