Comprendamos la intensidad de cambios originados hace más de un siglo por la mecánica, usuaria de energéticos entre los que se cuenta el petróleo, con toda su proyección económica conmovedora del mundo y que la tecnología, con aplicación de elementos científicos comprendidos en el campo cibernético con sus variables comunicacionales de variables incontenibles.El escenario exige conocimiento, comprensión y aplicación con suficiente sensatez por parte del usuario y de los gobernantes, considerando su extensión de forma casuística en la población, para lograr el éxito deseado y, más que todo, requerido para alcanzar prosperidad. Cada cabeza es un mundo. Así reza la frase popular apegada a un razonamiento requirente de convicción y persuasión. Si una vacuna preventiva de algún mal reclama la aceptación de la persona para ser aplicada, con mayor razón cuando se trata de valor formativo no intangible en forma inmediata y sólo perceptible el convencimiento al paso de tiempo. Esto es la educación inductora de la tecnología contemporánea de constantes cambios, éstos no siempre de pronta y fácil comprensión para adultos educados con el principio de que los años generan experiencia; lo cual es cierto pero también la actualidad pone a prueba eficiencia y eficacia. Las comparaciones son elementos paramétricos del desafío en cada latitud. Las cifras atraen ese reto de alcanzar y si es posible superar las cifras, aunque eventualmente adolecen de justicia por las condiciones genéticas y culturales de cada país, región y pobladores. La generalidad es inaplicable y, a cambio, sí un estudio severo de las peculiaridades con las cuales lograr el convencimiento a que aquí se hace mención. El protocolo es mecanismo que reclama prudencia y consistente constancia con adicional inversión económica regimentada con honestidad. Si una población tiene asimilada la cultura del fácil acceso a violación de leyes y reglamentos, es natural y obvia su resistencia a la conversión prometedora, envuelta en las palabras de líderes algunas ocasiones demagogos, sólo persecutores de algún beneficio personal y algunas ocasiones criminal, como en el escenario actual que no resiste la comparación con muchas latitudes.Tal escenario es comprometedor en cuanto a cumplimiento de promesas de campañas, entre las que se enarbola la inseguridad por parte de los solicitantes del voto, si establecer las normas a cabalidad que den la certeza de cumplimiento a los pronunciamientos enunciando; promesas sin comprender el fondo característico de cada comunidad y la individualidad. Este incumplimiento de investigación, análisis y sustento con objetivos básicos ha convertido en fracaso la propuesta de prosperidad y con ella la incredulidad atrayente falta de respeto a autoridades con la correspondiente ausencia de respaldo a los propósitos.Dios nos guarde de la discordia. sicpm@informador.com.mx
