En los sexenios panistas del Presidente Vicente Fox y de Felipe Calderón el salario mínimo prácticamente quedó congelado, bajo el argumento de que crecer ese ingreso era inflacionario, cuando más bien era una exigencia de los hombres del dinero cercanos al poder. Así, para los gobiernos de la alternancia, los mexicanos con menores remuneraciones nunca fueron su prioridad y los minisalarios se incrementaron menos de un peso en toda la gestión de Fox, y con Calderón bajó unos centavos para no alcanzar siquiera los 80 pesos.Con el Gobierno del priista Enrique Peña Nieto la situación no cambió sustancialmente, ya que aunque el salario mínimo creció, sus porcentajes fueron marginales y nunca superó los 90 pesos.Por eso el Presidente Andrés Manuel López Obrador festejó a todo pulmón el viernes pasado el cumplimiento de su quinto año al frente del Gobierno de la República, con el anuncio de que desde el primero de enero de 2024 el salario mínimo aumentará por quinto año consecutivo y nuevamente un 20 por ciento, con lo que pasa de 207.44 pesos a 248.93, mientras que en la zona fronteriza alcanzó los 374.89 pesos.Desde diciembre de 2018 que llegó al poder, AMLO consiguió subir para el 2019 los minisalarios a 102.68 pesos, que representó un aumento de entrada de 16 por ciento y para 2020 logró que patrones y sindicatos acordaran un incremento histórico, el primero en la historia reciente de 20 por ciento, que ahora repite, para que el mínimo salarial fuera de 123.22 pesos diarios y 185.56 en zonas fronterizas.Así, con los sucesivos incrementos que hubo de entre 10 y 15 por ciento del 2021 al 2023, y el anunciado el viernes, los salarios mínimos crecieron en el gobierno de la 4T más de un 100 por ciento.Aunque el aumento a los mínimos significa un ingreso mensual de 7 mil 467.9, que está aún lejos de los 12 mil 400 pesos mensuales que el Coneval fija para alcanzar la línea mínima del bienestar, esta constancia del Gobierno de López Obrador fue un acierto para empezar a sacar a México de los países con las políticas salariales más bajas del mundo, debido a la relación perversa de muchos empresarios voraces con el sindicalismo sumiso y corrupto que siempre se imponía.Como lo señalan las cúpulas empresariales, el mérito de mejorar los salarios son de quienes los pagan, es decir ellos, pero también habrá que reconocer que es el Gobierno morenista el que dio un giro en este tema y buscó los consensos con las fuerzas productivas (empresas y sindicatos) para impulsar aumentos al minisalario inéditos en las últimas cuatro décadas, y que llevaron a perder el 73 por ciento el poder adquisitivo del minisalario.Por eso, aunque falte mucho por hacer y avanzar en materia salarial para reducir las grandes desigualdades que persisten en México y que sin duda son factor importante en la generación de la grave crisis de inseguridad y violencia que padecemos, AMLO pudo festejar su quinto año con un logro que honra su eslogan de que por el bien de México, primero los pobres, que se afianza también con los programas sociales, la inversión en el sur del país y la reducción de impuestos.Nada mal para tener algo en descargo de sus excesos autoritarios de cara a la elección presidencial.