La desafortunada declaración del presidente del INE Lorenzo Córdoba, en donde afirma que ya decidieron apoyar monetariamente para la reconstrucción pero que primero lo discutirán se pondrán de acuerdo y tomaran una decisión que darán a conocer en su momento estamos ante una postura desdeñosa oprobiosa y lamentablemente indiferente es un ejemplo que cabria perfectamente en muchas más de las estructuras de gobierno. Así se han formado y lo peor así lo sostenemos. Lo anterior es todo un epitome de la improvisación y la indiferencia que se ha colado como práctica cotidiana en esta y muchas otras dependencias incluyendo gobiernos federal, estatales y municipales, ignoran que con esta actitud la población civil, sobre todo la más vulnerable vive transitando de la ilusión y su inseparable pareja la decepción. Una buena sugerencia será ejercitarlos en el tema para primero comprender, luego estudiar, luego asistir y finalmente suscribir convenios de suma seriedad; con esto algún día todos los mexicanos actuaremos sintiendo que su sufrimiento es también nuestro. Miles de las víctimas de los trágicos sucesos particularmente lo de las zonas de Chiapas y demás localidades vivirán por largo tiempo con el pavor de tratar de adivinar su futuro. No nos extrañe que se den casos del suicidio perfecto: morir de soledad. La demostración espontánea, sincera e incondicional de los ciudadanos mostro el espíritu humanitario que lleva por dentro el mexicano, o ese que cuando aparece se distingue por ser, si acaso de clase media pero principalmente de la clase baja y más baja ahí están sin condiciones y cargados de convencimientos los obreros, los taxistas, los chatarreros, los de puestos de comida, pero también ahí están las madres y las hijas las tías y las sobrinas las que viven al día sin siquiera saber cómo será el mañana. Mayoría desposeída que da ejemplo de que hay mexicanos solidarios dispuestos hasta dar su vida por una causa. Qué pena que esta hermosa cualidad no haya sido hasta hora debidamente aprovechada con la clase política para algún día arribar a una mejor y más segura convivencia socialmente armónica y exigente. Un mejor país. La tarea es obvia poner de acuerdo a trabajar sobre las propuestas políticos sociales para que antes de aprobarse se compartan con los representantes de la población civil. Es importante no dejar pasar por alto la propagación cada vez mayor de jóvenes de la clase alta, los pudientes que día a día trabajan para hacerse especialistas en hedonismo que terminan mucho de ellos en tragedias humanas. Todo tiene remedio, la esperanza es el flujo de vida. ¿Lo conseguiremos? Sabe.