“Como anillo al dedo” le cayó a Donald Trump el Informe Mundial 2025 sobre las Drogas elaborado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), que concluye que la exuberante producción y consumo de las mismas está provocando “Una nueva era de inestabilidad global que intensifica los retos para abordar el fenómeno mundial de las drogas, empoderando a los grupos de la delincuencia organizada y catapultando el consumo de drogas a niveles históricamente altos”, recomendando que “Debemos de reforzar las respuestas, aprovechando la tecnología, fortaleciendo la cooperación transfronteriza, proporcionando medios de vida alternativos y tomando acciones desde la justicia para combatir a los responsables que impulsan las redes ilícitas de tráfico de drogas” y poniendo en perspectiva que solamente en el 2023 fueron 316 millones de personas las que se registró oficialmente consumieron alguna droga.A finales de abril el diario The Wall Street Journal publicó que en la última conversación telefónica -el día 16- que sostuvieron el presidente Donald Trump había presionado a Claudia Sheinbaum cuando le dijo, “Le propongo que entre el ejército de los Estados Unidos a ayudarlos”, propuesta que rechazó de inmediato, diciéndole -según comentó la misma presidenta- que “podemos colaborar”, pero “ustedes en su territorio, nosotros en el nuestro”. Trump por su parte dijo que le hizo ver a Sheinbaum que los cárteles “son personas horribles que han estado matando gente a diestra y siniestra y han amasado una fortuna vendiendo drogas y destruyendo a nuestra gente”.Días después la presidenta mexicana amplió sus comentarios sobre el rotundo “No, presidente Trump”, bajo el argumento que “El territorio -de México- es inviolable. La soberanía es inviolable. La soberanía no se vende. La soberanía se valora y se defiende”.Además del problema social que representa el abuso de drogas en el país vecino y de las cerca de 40 mil muertes -solamente el año pasado- el gobierno de Washington enfoca sus baterías en México, ya que el 97 por ciento de las incautaciones de fentanilo ocurrieron en la frontera sureste estadounidense. De las casi 10 toneladas de fentanilo confiscadas el año pasado, 9.5 toneladas se detectaron en la frontera con nuestro país y el resto en la línea fronteriza canadiense.Y aunque en México con la llegada de la nueva administración los decomisos, incautaciones y detenciones se han incrementado sustancialmente -comparado con el sexenio de los “abrazos, no balazos”-, el problema difícilmente se va a terminar por la fuerza con que han penetrado y posesionado -en todos los sentidos- los grupos delincuenciales. Así que, -como dice el informe de la ONU- “aprovechando la tecnología y fortaleciendo la cooperación transfronteriza”, debería de aceptarse -con las debidas restricciones y limitaciones- la ayuda que se ofrece si realmente queremos terminar con la lenta agonía que se vive.Usted, ¿qué opina?