Cómo ven que nuestra amada Presidenta (98% de apoyo popular, 90% por belleza, 13% por elección) decidió, a diferencia de nuestro anterior mandatario, internacionalizarse, cosa que a sus admiradores -porque yo también estoy en el 98%- nos pareció muy bien. El problema es que decidió viajar en un avión comercial, con toda su raza, desde luego, y con un avión de la Marina que iba vigilando que no se cayera el en que iban.Pero el principal motivo del viaje era ver al presidente gringo, quien decidió irse antes de que llegara Claudita, y para eso hay varias teorías. Sus más rabiosos partidarios dijeron en las redes que era porque le tuvo miedo a la chica; otro grupo expuso que era por el problema de Irán e Israel; un tercero, que ni siquiera pensó que la estaba dejando plantada.Desde luego que, como Presidenta popular, llevó las causas nacionales al terreno internacional y, en vez de retratarse con los presidentes (que sí lo hizo), prefirió retratarse con Flauta Larga y Tambor Rojo, personajes de las tribus canadienses, en traje de carácter y que ignoro qué puesto oficial tengan, pero son jefes indios y, a la mejor, presidentes de la Suprema Corte de Canadá. ¡Faltaba más! Ahora que, con mucho orgullo, nuestros ministros van a quitarse las togas y vestir trajes regionales: el Presidente -no sé si la ministra del pueblo va a ir vestida de tehuana, lo que es seguro es que Yasmín llevará una copia y Loretta ignoro cómo se quiera vestir. Pero sí estoy de acuerdo en que ese edificio donde actualmente está la Corte es muy ostentoso, y el lugar popular de la Corte debe ser incuestionablemente la plaza pública, para estar cerca del pueblo; pero cerca, sin que los guaruras impidan que el pueblo llegue a los ministros.Claudita les propuso a los presidentes hacer una jornada de Bienestar, cosa a la que unos dijeron que sí, otros que no y unos más que quién sabe. Pero la idea quedó muy clara, aunque como no estaba el gringo, se limitó a una llamada telefónica en que le dijo: “Luego nos hablamos, mi reina”.Hubo posiciones criticadas, como el que Lula la chamaqueara y le diera un arrimón, lo que hasta ahora solo habíamos visto que se permitía al Presidente López Obrador, por lo que el mandatario brasileño quedó catalogado entre los epítetos de cariñoso y libidinoso, porque hay que decir que a la italiana la quiso saludar igual y no se dejó.Yo creo que extrañaron aquel programa de sembrar arbolitos que había propuesto nuestro anterior Presidente, pero Claudita es tan mona que yo creo que sí les recordó aquella bonita proposición. Estuvo los dos días gozando, pues ya estaba pagado el hotel, y de alguno se ha de haber traído hasta las toallas, en memoria de Fox, cuya señora -si usted recuerda- coleccionaba toallas de hoteles.Entonces, si bien lució, porque es de lucir, regresaron un poquito decepcionados por la falta de reunión con Trump, pero cualquier día de estos se vuelven a juntar.
