A la salida de la secundaria hay un grupo de jóvenes bromeando entre ellos, se verán más tarde en una nevería o para irse a jugar futbol. Algunas de sus compañeras se acercan y, entre risas, se integran a la plática. Nadie supera los 14 años. Imposible imaginarlos casándose a esa edad ni a ellas cambiando su vestido de 15 años por uno de novia. Sería una aberración… y un delito.En México está prohibido el matrimonio infantil, pero es una práctica que no ha sido erradicada; continúa a veces con excusas tan absurdas como que “el amor no tiene edad” o hasta con el pretexto de los usos y costumbres de comunidades indígenas.Así se volvió viral la boda de Natalia y Miguel, que se casaron el 5 de mayo en el municipio de Tlacoachistlahuaca, en Guerrero. Ambos son menores, supuestamente de 16 y 17 años, aunque lucen mucho más chicos. Él de traje gris y ella vestida de blanco, como si fueran a hacer su primera comunión, salvo que en el video se ve cómo los alientan a besarse como recién casados. Además, también se les ve con billetes enganchados a la ropa, en el típico ritual de algunas bodas mexicanas, para la prosperidad del nuevo matrimonio o para su luna de miel.La boda -que autoridades de Guerrero dicen que no fue boda sino solo una fiesta- se hizo pública después de que el fotógrafo Willy Paz documentó el vals de los novios con sus padres, el beso entre los menores y el ritual de los billetes, y compartió esas imágenes en redes sociales. “Aclaro que no fue una boda forzada como dicen los internautas o páginas que lo tomaron como una imagen de ellos y los chavos tienen de 16/17 años y no 12 años”, publicó en su cuenta de Facebook, pidiendo que se respetara la privacidad y dignidad de los novios.En Guerrero, desde 2022, se estableció que la edad mínima para casarse es de 18 años y se eliminó la posibilidad de permitirlo con el consentimiento de los padres o tutores. Además, tomando en cuenta que los menores suelen ser forzados, sobre todo las niñas, se determinó sancionar con cinco a 15 años de prisión a quienes obliguen a menores de edad a vivir en uniones equiparables al matrimonio.En Aguascalientes, en 2016, ya habían intentado mantener este tipo de matrimonios. La Comisión de Derechos Humanos promovió una acción de inconstitucionalidad contra la modificación de 16 a 18 años como edad mínima para casarse. El organismo argumentó que había incremento en embarazo de jóvenes y que al impedir su matrimonio se les estaba privando de disfrutar derechos. Como si casarse fuera la solución. Al contrario, terminan abandonando la escuela, las niñas enfrentan embarazos de alto riesgo y mayor posibilidad de sufrir violencia por parte de la pareja.La Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la acción de inconstitucionalidad 22/2016, determinó que al prohibir los matrimonios de menores lo que se busca es proteger a niñas, niños y adolescentes de una práctica nociva.La gravedad de este tipo de uniones o matrimonios, forzosos o no, es que despojan a los menores de su infancia y afectan principalmente y de manera desproporcionada a las niñas. Según datos de Unicef, una de cada cuatro niñas en América Latina se casa o entra en unión temprana antes de los 18 años, generando mayor desigualdad de género, pobreza, abandono escolar, violencia y embarazo adolescente.Son infancias robadas.