Lunes, 29 de Abril 2024

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Ayn Rand

Por: Luis Ernesto Salomón

Ayn Rand

Ayn Rand

Sus novelas son las más vendidas en la historia editorial de en Estados Unidos. Es conocido que Alan Greenspan fue su discípulo, y Steve Jobs su admirador, mientras otros políticos conservadores la citan con frecuencia generando un culto a su imagen. Controvertida es la palabra que quizá mejor califica su obra. 

Se llamaba Alissa Zinovievna Rosenbaum, nacida en San Petersburgo años antes de la revolución bolchevique que sacudió a su familia en 1917. Su padre fue un próspero farmacéutico, de familia judía, que fue despojado de su negocio. 

Allissa pasó de la exquisitez a las carencias. Ese cambio impulsó sus primeras reflexiones respecto a la oposición entre la revolución colectivista y la libertad individual. 

En medio de tribulaciones asistió a la Universidad de Petrogrado donde estudió historia, mientras intercambiaba correspondencia con sus primos de Chicago con quienes compartía su inquietudes y estudios sobre el cine. Tanto el asecho de la revolución, como sus sueños, le llevaron a un cambio radical: tenía 21 años cuando llegó a los Estados Unidos en 1926, dejando atrás la tradición ruso judía, para iniciar una nueva vida, cambiando su nombre: se llamaría en adelante: Ayn Rand. 

Con esa nueva identidad y la frescura de su juventud fue a Hollywood donde se contrató de extra en la película “El rey de reyes” en 1927, en la cual actuaba en papel secundario un hombre, al que la joven Ayn hizo tropezar deliberadamente para llamar su atención. Era Frank O’Connor, quien rápidamente se involucró con aquella jovencita talentosa y contrajeron matrimonio en 1929. 

Casada, se dedicó a la actividad literaria detrás de las cámaras, y tres años después vendió su primer guión cinematográfico. La relación matrimonial de Ayn fue determinante para el desarrollo de su proyecto; Frank abandonó su propósito de ser actor. 

El año siguiente vendió su primer guión cinematográfico. Las cosas marchaban y la joven pareja se mudó a Nueva York en 1934. Su primera novela publicada, luego de muchos rechazos de las editoriales, Nosotros los vivos, vio la luz en 1936. 

El relato, está ambientado en la Unión Soviética luego de la revolución. Dos años más tarde escribió una historia distópica denominada Himno, que narra la lucha de un hombre por sobrevivir en una sociedad en donde la autoridad ha proscrito el pensamiento individual. 

Pero la fama no llegó sino hasta 1943 cuando publicó El Manantial, que también había sido rechazada por las editoriales por lo controvertido de los argumentos en la historia. La polémica se desató entre los intelectuales que descalificaban los conceptos filosóficos esbozados.  

El punto culminante de su carrera sucedió en 1957 con su trabajo denominado La Rebelión de Atlas. Al año siguiente, Ayn creó junto a Nathaniel Branden un movimiento que denominaron “objetivista”, que publicaba y ofrecía cursos de una llamada filosofía para la vida. Con él estableció una relación personal única, era 25 años menor que ella, pero era su más ardiente seguidor intelectual, y luego se trasformó en su socio y amante, aunque mantuvo su relación matrimonial firme hasta la muerte de O’Connor en 1982.

A partir de entonces dejó las novelas para enfocarse en el trabajo filosófico. La idea central de su pensamiento parte del concepto de la realidad objetiva que exige al hombre tomar decisiones a partir de su racionalidad, dejando de lado tanto sus emociones como sus creencias trascendentes, para concentrarse en su propia felicidad. 

La filosofía de Ayn Rand está enfocada al “sentido de la vida” que identifica como “la adoración al hombre”, entendida como una exaltación de la individualidad ante lo que entendía como embates del misticismo y el colectivismo que trataban de guiar a las personas con base a emociones, procurando dejar de lado la racionalidad. 

Con un estilo contundente de expresarse, planteaba que por medio de mecanismos de manipulación emotiva se había sojuzgado la verdadera grandeza del hombre para hacerle pensar de forma pesimista, arrastrando la culpa. 

Sus postulados morales suponen el racionalismo como punto de partida: “…el único mandamiento moral del hombre es “Pensarás”- Pero un “mandamiento moral” es una contradicción. 

Lo moral es lo escogido, no lo forzado; lo comprendido, no lo obedecido. Lo moral es lo racional, y la razón no acepta mandamientos. “Pero, además, su concepto del egoísmo que ha sido tan controvertido es un cimiento presente en todo su desarrollo, “El primer derecho sobre la tierra es el derecho al ego. El primer deber que tiene el hombre es hacia sí mismo”.

Así mientras unos califican su trabajo como estridente y dogmático, otros lo ven como filosofía de la vida, pero la jovencita rusa que llegó a los Estados Unidos cumplió su sueño. Ayn Rand murió en su casa en la calle 34 Este de Manhattan el 6 de marzo de 1982, cuando tenía 77 años.

luisernestosalomon@gmail.com

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