El gobierno de Sheinbaum se ha esforzado en presumir la baja en los niveles de pobreza que reportó el INEGI. Aunque dicha baja se haya registrado en el sexenio de su exjefe, López Obrador. INEGI publicó que del 2018 al 2024, 13 millones de mexicanos habían dejado de ser pobres y 2 millones habían pasado de la pobreza extrema a la pobreza en general.Muchos creímos que dicha mejora se debería a los programas sociales que ha impulsado el gobierno, como la Pensión a los Adultos Mayores. Pero algunos especialistas han reportado que la verdadera baja en los números de la pobreza se debe mucho más al incremento de los ingresos laborales que a los programas sociales.Y aquí es donde quiero voltear a ver un elemento clave: las remesas que recibe el país.Prácticamente estos envíos de dinero que se hacen desde el extranjero a familias mexicanas llegaron a niveles récord el año pasado: 65 mil millones de dólares al año.Esta cifra es espectacular, ya que pensemos que, a inicios del sexenio de López Obrador, el total de remesas era menos de la mitad, unos 30 mil millones de dólares.Esa cantidad de dinero regalado entrando al país ha sido tan importante, que prácticamente para 2024 representó casi el doble de toda la Inversión Extranjera Directa (IED) que recibió México: 65 mil millones de remesas contra los 36 mil millones de dólares de IED.Más del doble de lo que México recibe por todo el sector turístico en un año: 65 mil millones contra 31 mil millones del turismo. O también casi el doble del valor de toda la exportación petrolera nacional por 33 mil millones de dólares.Imagine el impacto que tienen en los niveles de ingreso de las familias tal cantidad de dinero que reciben gratis. Como bien lo llegó a reconocer el mismo AMLO, las remesas representan el mayor programa social del país.Para Banxico, las remesas son las responsables del crecimiento del 1.1 por ciento en el consumo agregado al año, lo que las convierte en un fuerte elemento que evita que las familias sufran caídas fuertes en el consumo. De hecho, se estima que las remesas funcionan como un elemento “suavizador” del ingreso de las familias, lo que les permite mantener sus niveles de consumo estables, a pesar de pasar por ventarrones económicos.Todo este rodeo es para que se dé cuenta de lo importantes que son estos ingresos, no solo para las familias que los reciben, sino para la economía mexicana completa, incluida la estabilidad del tipo de cambio.Ahora bien, aquí está el problema: todo indica, que los mejores tiempos de las remesas en México ya pasaron. Que fueron en 2024 y que ya difícilmente volverán. Este 2025 empezó con fuertes caídas en los montos recibidos que no han parado de bajar.Prácticamente 2025 no solo luce por debajo de los niveles récord de 2024, sino que la caída coloca los niveles de remesas de este año por debajo de 2023. Mientras que para mediados del año en 2023 se habían recibido en promedio 5,130 millones de dólares por mes, este año el promedio mensual apenas llega a los 4,980 millones.Los datos para 2025 están a los mismos niveles de 2021, cuando las remesas totalizaron 50 mil millones de dólares. Todavía es mucho dinero y todavía será uno de los ingresos de divisas más importantes para el país, pero 50 mil millones ya no son 65 mil millones.Si esa tendencia se mantiene y el ambiente de agresividad en contra de los migrantes sigue en los Estados Unidos, poco a poco será más difícil mantener esos niveles de envíos de remesas.La pregunta es: ¿Cuándo las remesas bajen a los niveles “normales” de entre 25 mil y 30 mil millones de dólares por año, ¿qué tan fuertes serán las afectaciones para la economía, para el consumo y para esos niveles que hoy celebramos de baja en la pobreza?Ya lo veremos. Pero mientras, pareciera que los tiempos de las remesas crecientes han llegado a su fin.