Aunque formalmente su Primer Informe de Gobierno lo enviará al Congreso de la Unión hasta el próximo 1 de diciembre que cumpla un año en la Presidencia de la República, el acto y “bailongo” que hoy encabezará Andrés Manuel López Obrador en el Zócalo para conmemorar un año de su arrollador triunfo electoral, bien puede tomarse como tal, porque sin duda, desde ese día empezó a marcar la agenda del país y borró de la escena pública al entonces Presidente saliente, Enrique Peña Nieto.Su hiperactivismo inició desde el día siguiente de la jornada electoral y aun sin llegar a Palacio Nacional tomó y anunció decisiones como la reducción de los sueldos de él y toda la burocracia nacional, el nombramiento de los súper delegados, la descentralización de las Secretarías, la cancelación de las obras del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México a través de una consulta sin el mínimo rigor metodológico, anunció las becas para los ninis, recibió al círculo más cercano de los funcionarios del Gobierno del estadounidense Donald Trump y colocó negociadores propios en el equipo mexicano que definió los nuevos términos del acuerdo comercial de México, Estados Unidos y Canadá, encabezó foros para su plan de seguridad y para la creación de la Guardia Nacional, entre otras muchas actividades que lo hacían ver como cogobernante en sus cinco meses que operó como Presidente electo.A partir del 1 de diciembre que protestó como Presidente, López Obrador no hizo más que intensificar su agenda y marcarla con su conferencia de prensa mañanera diaria desde donde condena a sus adversarios “fifís”, “conservadores”, “neoliberales”, hace anuncios de sus políticas de Gobierno, contradice a los miembros de su gabinete, descalifica las críticas a su Gobierno porque él “tiene otros datos”, defiende sus consultas a mano alzada. Pontifica y dicta la agenda diaria desde esa especie de púlpito presidencial con su estilo semilento de verbalizar sus mensajes que a veces rayan en la homilía.De estas dos etapas, de la de cinco meses como Presidente electo, y de sus primeros siete meses como jefe del Ejecutivo federal saldrá a hablar hoy Andrés Manuel en su escenario favorito: la plaza pública.Habrá que ver si retoma su lista de 100 compromisos que hizo el 1 de diciembre que asumió la Presidencia y que expuso en el mismo Zócalo capitalino luego de que representantes de grupos indígenas purificaron con ritos e incienso a su Gobierno de la autollamada cuarta transformación.Pese al inicio del despliegue de la Guardia Nacional ayer, López Obrador poco tiene que decir de resultados en el tema de seguridad que sigue siendo la demanda social número uno y de la marcha económica el país es poco probable que haga una autocrítica, Más bien lo que escucharemos será la “realidad alternativa” que ve un hábil político que festeja un año de conquistar el poder, pero que está lejos de afianzar su Gobierno y mucho más de transformar el régimen.jbarrera4r@gmail.com
