Rubén Omar Romano, técnico del Atlas, reclamaba al final lo que pudo haber sido: un penalti que no se marcó y que pudo significar el empate para su equipo. Las reclamaciones, tardías, fueron atenuadas por los ecos de la ovación que aún subrayaba el tercer gol, ya en tiempo de compensación —“a lo Atlas”, pues—, que dio al triunfo del Veracruz las cifras de 3-1 que a la postre reflejaron con bastante fidelidad la diferencia que hubo en la cancha entre los dos equipos.*El dulce sabor de la victoria duró tres minutos en los paladares rojinegros…Refieren los cronistas que Romano también se quejaba de que el Veracruz les volteó la tortilla “a punta de pelotazos”. Recurso de equipo llanero, si se quiere… pero propiciado, en el caso, en parte por el desequilibrio de la defensiva atlista en pleno, pero principalmente por los crasos yerros individuales de sus integrantes: los centrales en el primer gol, y nuevamente los centrales y el arquero Fraga en el segundo.Los groseros pecados defensivos, así, se pagaron con la penitencia de una derrota que pudo ser escandalosa. Un resultado que, sin aliviar considerablemente las penurias de los “Escualos”, sí compromete las perspectivas de Lobos-BUAP... y ratifica lo que la tabla de posiciones ha venido señalando, jornada tras jornada, desde el arranque del certamen: que aunque consiga eludir el descenso, el Atlas, hoy por hoy, es el peor equipo del campeonato.*Para los rojinegros, el principal consuelo consiste en que si no pueden hacerse demasiadas ilusiones con respecto a la cosecha que podrían conseguir en sus partidos ante Santos Laguna, Tijuana, Querétaro, Guadalajara y Pachuca, tampoco el Veracruz puede ver con demasiado optimismo la agenda en que tiene citas pendientes con Tijuana, Guadalajara, León, Toluca y Cruz Azul.*Las “Chivas”, en tanto, aunque tenían enfrente nada menos que al campeón defensor, se quedaron con la frustración de que el empate del sábado ante los “Tigres” desvaneció aún más las escasas esperanzas que aún alimentaban de remontar el vuelo y entrar a la “Liguilla”.Un equipo sin brújula para encontrar la ruta del gol, difícilmente puede aspirar a la victoria (los rayados llevan dos en el certamen); y un equipo tan pobre en victorias, por rico que sea en popularidad, difícilmente puede aspirar a algo más que ser simple “extra” en la película del campeonato.
