Obligados por la exigencia de ponerle una etiqueta para venderlo un poco mejor, hay quienes han dicho que el que esta noche disputarán Atlas y Guadalajara en el Estadio Jalisco será “el Clásico de los canteranos”…Aluden, obviamente, a la anunciada presencia, en las alineaciones de los dos equipos, de varios jugadores de sus propias Fuerzas Básicas. Soslayan, por supuesto, que, en ningún caso, las decisiones en ese sentido tomadas por los técnicos están basadas en la convicción; en todo caso, están motivadas por las circunstancias… o la conveniencia.*En el caso del Atlas, Gerardo Espinoza, al empuñar el timón tras el cese de Rubén Omar Romano, la decisión de incluir a varios jugadores bisoños en el cuadro titular (Hernández, Govea, Calderón, Ortega, Cardona…), drástica y todo, además de la fortuna de que lo acompañaron los resultados —dos victorias y un empate—, tuvo su lógica a partir de las sobradas pruebas acumuladas a lo largo de las 12 jornadas precedentes, de la inoperancia de las fórmulas utilizadas por Romano a partir de la presencia de jugadores con más cartel, supuestamente.En el del Guadalajara, la inclusión de Jiménez, Basulto, Galindo, Benítez, Beltrán, Torres, Macías, Alan Cisneros y demás en el primer equipo, fue la consecuencia de la decisión tomada por Matías Almeyda y respaldada por la directiva, de desentenderse de la Liga a medida que se desvanecían las posibilidades de sacar boleto para la Liguilla, y poner todos los huevos en la canasta de la Concachampions.*Desprovistos de motivaciones significativas en esta recta final de la competencia doméstica —los rojinegros porque ya ahuyentaron al fantasma del descenso, las Chivas porque han tenido una campaña “pa’l gato”—, el Clásico de esta noche tendrá, en todo caso, un componente sentimental, ligado a la nostalgia…Será, casi seguramente, como han dado cuenta las notas previas, el último episodio de la “guerra civil” tapatía en que participen Rafael Márquez y Carlos Salcido, cuyas carreras están pendientes de los correspondientes cerrojazos: en el caso de Rafa, la posibilidad de participar en su quinta Copa del Mundo, con lo que igualaría la marca del legendario Antonio Carbajal; en el de Carlos, la de conquistar, la próxima semana, el título internacional en que por ahora están puestas todas las complacencias de dirigentes, jugadores y simpatizantes del Rebaño Sagrado.*Colofón: será una velada generosa en recuerdos, suspiros… y hasta lágrimas.
