El jugo fresco, especialmente el natural recién exprimido, es una bebida popular por su sabor y por ser percibido como saludable. Sin embargo, su valor nutricional no se mantiene intacto por mucho tiempo. Con el paso de las horas, los jugos comienzan a perder nutrientes y a sufrir un proceso de descomposición que transforma sus propiedades, haciendo que se conviertan prácticamente en una bebida azucarada.Desde el momento en que una fruta es exprimida, comienza un proceso de oxidación. Esto ocurre cuando los compuestos nutritivos, especialmente la vitamina C y algunos antioxidantes, entran en contacto con el oxígeno del aire. A medida que pasa el tiempo, estas sustancias se degradan, reduciendo notablemente los beneficios del jugo.Además, los jugos tienen una alta concentración de azúcares naturales provenientes de la fruta. Si bien estos azúcares no son añadidos, su efecto en el cuerpo puede ser muy similar al del azúcar refinado si el jugo se consume en exceso o después de cierto tiempo, cuando ya ha perdido su fibra y parte de sus nutrientes.Los expertos en nutrición recomiendan consumir el jugo fresco dentro de los primeros 15 a 30 minutos después de prepararlo. Este es el periodo ideal para aprovechar su mayor cantidad de vitaminas, minerales y antioxidantes. Después de una hora, la pérdida de nutrientes es significativa.Si el jugo se guarda en refrigeración, puede durar hasta 24 horas, pero su calidad ya no será la misma. Aunque se conserve frío, el jugo continúa oxidándose lentamente, y lo que queda al día siguiente es una bebida con menos valor nutricional y con una alta concentración de azúcar líquida, que puede afectar los niveles de glucosa en sangre si se consume en grandes cantidades.A diferencia del jugo fresco, los jugos industriales suelen pasar por procesos como la pasteurización, que aumentan su tiempo de vida útil al eliminar bacterias y enzimas. Sin embargo, este tratamiento térmico también destruye muchas vitaminas sensibles al calor, como la vitamina C. En muchos casos, se les añade azúcar o jarabe de maíz de alta fructosa para mejorar el sabor y la conservación, lo cual incrementa aún más su contenido calórico.Por lo tanto, aunque los jugos embotellados pueden durar semanas o meses sin estropearse, no son comparables con el jugo recién exprimido en términos de salud, y en algunos casos, son equivalentes a una bebida azucarada.El jugo fresco tiene un periodo muy corto en el que conserva sus beneficios reales. Más allá de una hora, especialmente si no se refrigera, comienza a transformarse en una bebida rica en azúcar, con poco o ningún valor nutricional. Por ello, lo más recomendable es consumirlo justo después de prepararlo, y hacerlo con moderación, ya que aunque sea natural, su alto contenido de azúcar puede impactar negativamente si se ingiere en exceso.BB