El vómito, según la página especializada CuídatePlus, es un mecanismo de defensa del cuerpo que ayuda a eliminar sustancias tóxicas, combatir infecciones o responder a situaciones en las que el cerebro detecta un problema en el organismo.Más que verlo como algo negativo, es importante comprender que el vómito cumple una importante función defendiendo al cuerpo, por eso, a pesar de que la reacción instintiva es querer cortarlo en cuanto sucede, no siempre es lo más adecuado, ya que implica interferir con un proceso natural del organismo.Lo mejor ante este caso es centrarse en aliviar el malestar con estrategias, como el descanso, la reposición de líquidos y electrolitos, el consumo de alimentos ligeros y algunas técnicas de relajación.Sin importar si su causa corresponde a gastroenteritis, intoxicaciones alimentarias, migraña, embarazo o reacción a ciertos fármacos, te contamos algunas medidas que ayudan a reducir el riesgo de complicaciones y favorecen una recuperación más rápida.Vomitar es bastante cansado: por lo común se pierde energía para continuar con las actividades cotidianas. Es común sentirse fatigado por la deshidratación causada por la pérdida de líquidos y electrolitos, combinada con el esfuerzo muscular que implica, lo que aumenta la necesidad de descansar. Al recostarte en una posición cómoda, el estímulo en el sistema digestivo disminuye, y las náuseas y el vómito empiezan a cesar.Así pues, es recomendable que te recuestes con algunas almohadas para mantener tu tronco elevado, además de que lo hagas sobre tu lado izquierdo.Es una herramienta útil para relajar el estómago y detener el impulso de vomitar.Al inhalar y exhalar de forma pausada y profunda, se activa el sistema nervioso parasimpático, que es el responsable de inducir la relajación y regular funciones digestivas. De este modo, este tipo de respiración contribuye a estabilizar el cuerpo y a promover la sensación de alivio.La pérdida de líquidos y electrolitos que se produce con el vómito aumenta el riesgo de deshidratación. Para evitarlo, es crucial que consumas agua y bebidas hidratantes, como sueros orales. Sin embargo, debes evitar ingestas abundantes para no empeorar el malestar estomacal.Procura optar por bebidas a temperatura ambiente o frías, ya que las calientes pueden estimular las náuseas. Si tu cuerpo lo tolera bien, puedes empezar a incrementar de forma gradual la cantidad por toma. Tras una hora, luego de la primera ingesta, deberías intentar consumir entre 100 y 200 mililitros en total.Este tip no solo complementa la hidratación, sino que aporta beneficios adicionales para calmar las náuseas y los vómitos, gracias a sus propiedades digestivas, antiinflamatorias y relajantes:Algunas variedades, como el jengibre, cuentan con evidencia científica que respalda su acción antiemética contra las náuseas por embarazo, quimioterapia y mareo por movimiento.La aromaterapia es una opción segura y de fácil aplicación para complementar los cuidados para sentirte mejor. La inhalación de algunos aceites esenciales calmantes, como el aceite de limón, menta o de jengibre, ha mostrado potencial para disminuir las náuseas postoperatorias, del embarazo y la quimioterapia.Si cuentas con un difusor de aromas, también es válido utilizarlo de esta forma. Otra opción es añadir el aceite en un recipiente con agua caliente e inhalar el vapor.Debido a su contenido de almidón, esta preparación actúa como protector gástrico al recubrir la membrana mucosa del estómago y mitigar la irritación. Además, sus carbohidratos se digieren fácil y ayuda a recuperar energía sin sobrecargar el sistema digestivo.Se aconsejan para cuando el estómago empieza a tolerar sólidos, ya que son de fácil digestión y su contenido de almidón ayuda a equilibrar el exceso de ácidos gástricos.Esto es especialmente útil en casos en los que el estómago tiende a estar irritado y requiere de alimentos suaves. Otras opciones similares son el pan tostado seco y el arroz blanco. Procura comerlos en pequeñas cantidades, con pausas entre bocados.El sistema digestivo sensible tras el vómito no está preparado para procesar grasas, condimentos o cualquier alimento pesado. Ingerirlos prolonga el período de recuperación o desencadena más náuseas con expulsión.Por ello, durante los efectos del vómito, evita por completo los siguientes alimentos:Si sospechas de gastroenteritis severa, embarazo, intoxicación por drogas o alcohol, obstrucción intestinal, o si tienes vómitos persistentes sin causa clara, opta por consultar primero al médico. Una vez confirmado el diagnóstico, el profesional determinará si es preciso usar fármacos más específicos.Es importante que recuerdes que la duración del vómito depende en gran medida de su causa de base. Forzar su interrupción no solo es difícil, sino también contraproducente. Mantener la calma es fundamental, pues el estrés y la ansiedad también exacerban este síntoma y dificultan la recuperación. Por ello, procura tranquilizarte, aceptar el proceso con paciencia y aplicar los consejos que te hemos compartido para ayudar a estabilizar tu organismo.Con información de CuídatePlus.* * * Mantente al día con las noticias, únete a nuestro canal de WhatsApp * * *FF