Sábado, 26 de Abril 2025
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¿Qué tan saludable es comer chilaquiles?

Aunque los chilaquiles pueden ser una delicia, muchas personas se preguntan si realmente son una opción saludable; aquí te lo decimos 

Por: El Informador

Su sabor, su textura crujiente y su versatilidad hacen que sea una opción popular tanto en hogares como en restaurantes. Pexels

Su sabor, su textura crujiente y su versatilidad hacen que sea una opción popular tanto en hogares como en restaurantes. Pexels

Los chilaquiles son un platillo emblemático de la cocina mexicana que se ha ganado un lugar especial en el desayuno de muchas personas. Su sabor, su textura crujiente y su versatilidad hacen que sea una opción popular tanto en hogares como en restaurantes. Pero aunque los chilaquiles pueden ser una delicia, muchas personas se preguntan si realmente son una opción saludable.

La respuesta no es sencilla, ya que todo depende de los ingredientes y de la manera en que se preparan. A grandes rasgos, los chilaquiles se elaboran con totopos (trozos de tortilla generalmente fritos), bañados en salsa roja o verde, y acompañados con distintos ingredientes como queso, crema, cebolla, aguacate, pollo o huevo. Esta combinación puede ser muy completa desde el punto de vista nutricional, pero también puede convertirse en una comida bastante calórica y alta en grasas si no se modera.

Por un lado, las tortillas de maíz, base del platillo, son una buena fuente de energía y contienen fibra y minerales. Las salsas, sobre todo si se hacen de manera casera con jitomate, chile, ajo y cebolla, aportan vitaminas y antioxidantes. Además, si se acompañan con fuentes de proteína como pollo deshebrado o huevo, los chilaquiles pueden ser un desayuno bastante completo.

Sin embargo, el problema comienza cuando las tortillas se fríen en abundante aceite, lo que incrementa considerablemente el contenido calórico y graso del platillo. A esto se suma que muchas versiones llevan grandes cantidades de queso, crema y a veces hasta chorizo, lo cual puede elevar los niveles de grasa saturada y sodio.

Entonces, ¿son saludables o no? La clave está en el equilibrio. Comer chilaquiles ocasionalmente, sobre todo si se preparan en casa de manera más ligera.

Por ejemplo, horneando las tortillas en lugar de freírlas, usando salsa casera sin exceso de sal y eligiendo acompañamientos más nutritivos como aguacate o vegetales, puede ser parte de una dieta balanceada. En cambio, si se consumen con frecuencia y en porciones grandes, especialmente en versiones muy grasosas, pueden contribuir al aumento de peso y otros problemas de salud a largo plazo.

En resumen, los chilaquiles no son en sí mismos un alimento “malo”, pero como muchos otros platillos tradicionales, requieren de una preparación consciente y un consumo moderado. Con algunos pequeños ajustes, es posible disfrutar de su sabor sin comprometer la salud.

MF

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